VERANO Y CALOR

¿Por qué sientes más calor cuando llevas protector solar?

No es cosa tuya ni de la menopausia: tu crema solar puede estar haciendo que sientas más calor del habitual. Te explicamos por qué ocurre y qué tipo de SPF elegir según tu piel.

Mujer con calor

Mujer con calorFreepik

Publicidad

En pleno verano, esa sensación de estar a punto de derretirte no siempre se debe solo a la temperatura exterior. Puede que te haya pasado más de una vez: te aplicas tu protector solar con la intención de protegerte del sol y, al poco rato, notas que te arde la cara o empiezas a sudar más de lo normal. ¿Estás loca? ¿Es la edad? ¿Es bochorno andaluz? Nada de eso. Es tu SPF.

Sí, como lo lees: el protector solar sube la temperatura de tu piel. Y lejos de ser un efecto secundario negativo, en realidad es señal de que está haciendo su trabajo. Lo explican varias expertas en cosmética, que nos ayudan a entender por qué el protector solar calienta, qué tipos lo hacen más o menos y cuál deberías elegir tú.

Mujer poniéndose protector solar en la cara
Protector solar en la cara | iStock

Sí, tu SPF te da calor

"Puede que no todo el mundo lo note, pero si llevas protector solar, el aumento de temperatura está ocurriendo", afirma Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD. Y es que no es una sensación imaginaria: tiene base científica.

Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode, nos lo explica claro: "Los SPF convierten la radiación solar que impacta en la piel en calor mediante un proceso químico. Cambian los rayos UV por temperatura, que se vuelve inocua y se disipa".

Es decir, ese calorcito que sientes es el resultado de una reacción que protege a tu piel. "Es un proceso de conversión mediante el cual la energía dañina del sol se transforma en energía inofensiva para evitar el daño cutáneo", confirma Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.

¿Por qué unos protectores solares dan más calor que otros?

La clave está en el tipo de filtro solar que utilices: físico o químico. Y sí, hay diferencias notables entre ambos. "Los filtros químicos suben la temperatura más que los físicos", asegura Raquel González. ¿La razón? "Penetran en la capa superficial de la dermis y, mediante ese efecto de conversión, evitan que se formen radicales libres o que se queme la piel", añade Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

Por otro lado, los filtros físicos funcionan como un espejo. "Crean una película sobre la piel que refleja la radiación solar para que no impacte directamente en el tejido. Aunque también disipan algo de calor, lo hacen en menor medida", puntualiza Mireia Fernández.

Aplicar protector solar
Aplicar protector solar | Pexels

¿Cuál deberías elegir tú?

Más allá del calor, lo importante es saber qué necesita tu piel. Porque, como indica Patricia Garín, "ambos tipos de filtros, físicos y químicos, ofrecen una calidad de protección similar".

La decisión dependerá más de tu tipo de piel. "Las pieles sin patologías suelen tolerar bien los dos. Pero las pieles sensibles suelen preferir los filtros físicos, ya que no penetran en la piel y así evitan brotes de hipersensibilidad o granitos", concluye Estefanía Nieto.

Visto esto, la próxima vez que notes que tu cara arde tras aplicarte protector solar, no pienses que estás sufriendo un golpe de calor prematuro. Estás, literalmente, disipando los rayos UV. Así que, aunque parezca contradictorio, ese calor es una buena señal: ¡tu SPF está haciendo su trabajo! Sudar un poco más es un precio pequeño a pagar si con ello evitas el envejecimiento prematuro o problemas más graves.

Novamas» Belleza

Publicidad