¡NO CAIGAS EN TRAMPAS!

Errores comunes que debes evitar al maquillarte

Si te gusta maquillarte un poco antes de salir de casa para verte más guapa, pero resulta que no sabes si lo estás haciendo bien, en este artículo te explicamos 4 errores comunes que muchas cometemos a la hora de maquillarnos. Si no quieres echarte años encima o conseguir el efecto contrario de lo que te propones, léelo.

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Hay algunas caras notorias de la música, el cine o las redes sociales que han decidido dejar de maquillarse o, como mínimo, hacer algunas apariciones sin una gota de maquillaje.

Estamos en una época en la que las mujeres nos empoderamos a aceptarnos tal como somos, con nuestras arrugas, nuestra celulitis y nuestras canas.

No obstante, que nos guste arreglarnos, ponernos un tacón o pasar de vez en cuando por el taller de chapa y pintura también forma parte de quienes somos y de quién elegimos ser.

Si un día has dormido menos de la cuenta y te apetece cubrir la sombra de tus ojeras, pintarte un poco el ojo y ponerte rubor ¡hazlo! Pero hazlo bien.

En este artículo te explicamos 4 errores comunes que debes evitar a la hora de maquillarte porque en lugar de potenciar tus rasgos y sacarte mayor partido lo que consiguen es justo el efecto contrario.

Elige bien el color del lápiz para tus cejas

Aunque consideres que tu color de cabello es negro, no elijas del lineal un lápiz negro azabache para perfeccionar tus cejas. Una tonalidad tan oscura endurecerá tu expresión, dado que las cejas son el marco del rostro. Además, te pondrá años encima.

Si eres castaña o morena y quieres presumir de cejas bellas, naturales y llenas de color, elige un lápiz de cejas un tono más claro para que aporte la mayor naturalidad posible a tu expresión.

Si eres rubia, castaña clara o utilizas tinte para aclararte el pelo o lucir mechas, haz justo lo contrario: el tono de color de tu lápiz de cejas debe ser uno o dos tonos más oscuro. De esta forma tendrás la intensidad justa para aportar expresión a tu rostro.

Sea cual sea tu caso, si utilizas un lápiz suave con una textura cremosa, puedes combinar dos tonos: uno más claro para el fondo de la ceja y otro un tono más oscuro para dibujar pelos de la misma dirección y largada que tu ceja para conseguir verla un poquito más poblada.

Evita los correctores muy claros

Si tu mirada vive de forma permanente sobre una sombra verde azulada y quieres disimularla lo máximo posible, no utilices un corrector blanco o algún tono menos de tu piel, porque tu ojera se verá gris y no conseguirás borrar el efecto de cansancio de tu mirada. Lo que lograrás será un efecto antifaz inverso que no queda nada bien.

En cambio, si utiliza un corrector de tu tono de piel con amplia cobertura, cancelarás por completo tu ojera. Además, conseguirás elevar la mirada y aportarle frescura. Para conseguir mejores resultados, aplícalo después del maquillaje, las tonalidades del rostro y del ojo se fusionarán y conseguirás una mayor naturalidad.

Si tienes ojeras leves, aplícalo dibujando una media luna; si tienes ojeras profundas, dibuja un triángulo justo debajo del iris, y si tienes bolsas, dibuja tres pequeños puntos en la parte inferior y difumínalos.

El rubor: más cerca del ojo que de la nariz

Unos toques de rubor bien aplicados resaltan las facciones de nuestro rostro. Solo debes identificar qué tipo de rostro tienes y qué quieres resaltar para elegir bien la zona que debes colorear.

Si tu intención es que la mirada se dirija hacia la parte inferior o superior de tu rostro, debes aplicar el colorete en el pómulo y llevar el pigmento hacia las orejas. Esto le suele pasar a las caras con forma ovalada, diamante, corazón o triángulo invertido.

Las caras redondas deben aplicar el rubor justo en la zona que queda libre después de meter los mofletes para dentro. La mejor técnica para las personas que tienen la cara con forma cuadrada es aplicar rubor en las manzanas de los mofletes para centrar la atención en la parte central de la cara y suavizará los rasgos angulosos del rostro.

¿Lápiz negro en la línea de agua?

Si pretendes resaltar tu mirada aplicando el mínimo maquillaje posible en tu ojo y piensas que tu mejor aliado será el lápiz negro, ¡estás en lo cierto! Sin embargo, colocar un pigmento muy oscuro en toda la línea del agua -desde el lagrimal hasta la comisura- es un error.

Si quieres darle intensidad y elevar tu mirada es mucho mejor que pintes solo la mitad del ojo -desde el iris hasta la comisura- y que después apliques una sombra marronácea en el mismo trozo del párpado inferior con un pincel redondo.

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