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en la playa de O Baleo

Un pescador clava un anzuelo a un surfista en Galicia: "Noté un tirón muy fuerte en el cuello"

El resto de surfistas tuvieron que ayudar a Juan a cortar el sedal, ya que el pescador continuaba tirando cuando en anzuelo ya estaba clavado. El hombre se dio a la fuga.

Hace un par de días Juan Olaizola, monitor de surf en la localidad de Pantín (A Coruña), acudió con un grupo alumnos y otros monitores a coger olas a la playa de O Baleo tras finalizar las clases. Mientras se encontraban en el agua, un pescador comenzó a lanzar repetidas veces el sedal entre ellos, hasta que se produjo el fatal accidente.

Juan estaba cogiendo una ola cuando de repente "notó un tirón muy fuerte en su cuello". "Pensaba que el sedal se había enroscado en mi cuello", cuenta el monitor a Antena 3 Noticias, quien enseguida se dio cuenta que un anzuelo "bastante grande" se le había clavado en el cuello.

En ese momento pidió auxilio al resto de profesores que le acompañaban. "Levanté el puño, que es nuestra señal de auxilio, y dos monitores vinieron a ayudarme". Pese a que alertó al pescador de que tenía el anzuelo clavado, él siguió tirando. "Enrosqué el sedal en las manos para evitar que tirase y empezó a cortarme las manos", cuenta. Finalmente fue uno de sus compañeros quien logró romper el hilo de pescar con los dientes, ya que Olaizola era incapaz pues además del anzuelo clavado, el plomo que llevaba le estaba haciendo peso.

El padre de uno de sus alumnos trasladó a Juan hasta el Centro de Salud de Cedeira para ser atendido por los servicios sanitarios. Sin embargo, no fue nada sencillo retirar el anzuelo debido a su sistema antiretorno que sirve para que los peces no logren escaparse. "Para no desgarrarme el cuello, tuvieron que darle la vuelta entera y hacer un segundo agujero hasta que salió el anzuelo", describe.

El anzuelo que los servicios médicos tuvieron que quitar del cuello de Juan
El anzuelo que los servicios médicos tuvieron que quitar del cuello de Juan | Antena 3 Noticias

Nada más salir del agua, los otros surfistas acudieron a pedir explicaciones al pescador, pero este se había dado a la fuga. "La situación es surrealista, los pescadores suelen estar separados de nosotros y nunca lanzan al pico cuando están los sufistas", sentencia. Según cuenta Juan, el pescador llegó a quejarse de que le estaban rompiendo el sedal y solo soltó un poco cuando fue consciente de que le había clavado el anzuelo. Pese a que vieron al hombre con claridad, no pudieron identificarlo.

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