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SISTEMA PIONERO EN CATALUÑA

Tres colegios catalanes eliminan horarios, exámenes y asignaturas

Tres colegios de Cataluña están llevando a cabo una experiencia piloto para cambiar el modelo pedagógico. De momento, los alumnos han dicho adiós a los exámenes. Tampoco tienen deberes. Las tareas se hacen en clase y los conocimientos se evalúan a través de los trabajos que realizan los estudiantes.

Los colegios de jesuitas de Cataluña han diseñado un nuevo modelo pedagógico en el que han desaparecido las clases magistrales, los pupitres, los deberes y las aulas tradicionales. El proyecto ha comenzado en quinto de primaria y primero de ESO en tres de sus escuelas y se irá ampliando al resto.

José Menéndez, director adjunto de uno de estos colegios, cree que con el actual modelo de enseñanza tradicional “los alumnos se están aburriendo y están desconectando” del sistema, sobre todo a partir de sexto de primaria.

Se han derribado las paredes de sus aulas y las han transformado en grandes espacios para trabajar en equipo. En lugar de pupitres se han instalado sofás y gradas. Los espacios para la enseñanaza tienen mucha luz y las mesas están dispuestas para trabajar en grupo.

En los tres colegios que están experimentando esta novedad han juntado las dos clases de 30 alumnos en una sola de 60, pero, en vez de un profesor por cada 30, tienen tres profesores para 60. Los tres profesores acompañan todo el día a los alumnos y tutorizan los proyectos en los que trabajan, a través de los cuales adquieren las competencias básicas marcadas en el currículo.

Salvador Pont, tutor de primero de la ESO, defiende un sistema en el que no hay asignaturas, ni horarios estrictos. Al patio se sale cuando los alumnos deciden que están cansados. Dice que en los seis primeros meses de experimentación «el método ha funcionado» y ha revitalizado a los estudiantes.

Los alumnos comienzan la jornada con 20 minutos de introspección y reflexión para plantearse los retos de la jornada y finalizan con otros 20 minutos de discusión sobre si han conseguido los objetivos.

Las asignaturas han sido sustituidas por proyectos porque aprenden mucho mejor si ven que lo que aprenden tiene una aplicación práctica», ha defendido Aragay.

Los proyectos, en los que también se implican padres y madres, se realizan un 33% en catalán, un 33% en castellano y un 33% en inglés.

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