Atracos

Tres atracos en 48 horas, la oleada de robos que tiene en vilo a comerciantes y vecinos de Badajoz

Destruyeron la cristalería con una maza de 10 kilos. La policía sostiene que los ladrones que asaltaron dos veces el supermercado son diferentes a los de la cafetería.

Coche de la Policía Nacional

Coche de la Policía NacionalEuropaPress

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La tranquilidad de la que debería ser una madrugada cualquiera en el barrio de Pardaleras de Badajoz se rompe de lleno con el estruendoso ruido de unos cristales reventados. Alrededor de las 5:45 de la mañana del martes, dos hombres, con sus rostros ocultos con cascos y circulando en una moto, destrozan el escaparate de la cafetería Tiempo de Café, para llevarse 400 euros de la caja registradora.

Los vecinos y comerciantes de la zona estaban ya sobresaltados y en vilo porque sólo 48 horas antes se habían perpetrado otros dos robos en establecimientos de Carrefour Express.

La labor vecinal en estos casos suele ser muy útil. Fueron ellos los que avisaron a Fernando Quintero, propietario de la cafetería asaltada y a la Policía Nacional. Los dos atracadores tenían bien planificada su estrategia. Uno de ellos esperaba en la moto para salir a la carrera en el momento que fuera necesario, mientras que el otro, equipado con guantes para no dejar huellas, blande una maza de diez kilos con la que hace añicos el cristal para saquear, en cuestión de segundos, el contenido de la caja. 400 euros fue el botín, no es una cifra para un golpe de época, pero el valor del daño causado es mucho peor. Al daño del escaparate hay que añadirle al infringido a un ordenador y dispositivo TPV, además del cajón que guardaba el dinero.

Dos modus operandi, ladrones diferentes

"Todo ha pasado en 40 segundos, esto lo han hecho muchas veces", afirma alterado Quintero, dueño de la cafetería, quien está convencido de que esos dos cacos son "los mismos que atracaron el Carrefour Express" el día anterior. Según la policía, los atracadores del supermercado lo hicieron a punta de pistola (o simulaban portar un arma de fuego). Primero en la tarde del lunes, y luego volvieron el martes por la noche y no tienen relación, según los investigadores, con el robo de la cafetería. “En mi negocio no usaron pistolas porque no había nadie cerca”, concluye el hostelero.

Quintero ha tenido que cerrar el local dos días seguidos por los daños causados. La Policía Científica ha recabado las pruebas que ha podido obtener y analiza las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, donde se aprecia con detalle la secuencia completa del robo.

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