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Coronavirus

Los descubrimientos de los rastreadores tras meses de trabajo: "Hemos llegado a destapar infidelidades"

Los rastreadores tienen un trabajo clave a la hora de controlar la pandemia de coronavirus, pero también se han encontrado con situaciones surrealistas, como tener que sacar al perro de un paciente o destapar una infidelidad.

Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus el trabajo de los rastreadores ha sido esencial para contener el virus. Pero no en todo el país su labor está teniendo el mismo resultado y unas de las principales causas es la falta de personal.

Si analizamos el mapa de los rastreadores, su efectividad es muy desigual según la regiones. Hay comunidades en las que los profesionales tan solo han logrado identificar la trazabilidad de entre 3 y 5 de cada 10 casos, es decir, averiguar de dónde proceden esos contagios, mientras que en otras se ha llegado a 8 de cada 10. Esto es esencial a la hora de identificar las nuevas cepas.

Por ello, para que todo este trabajo sea efectivo, los expertos aconsejan que haya un rastreador por cada 5.000 habitantes y, por supuesto, la colaboración de los ciudadanos.

Los descubrimientos de los rastreadores

Dicen los rastreadores que la mayoría de los pacientes cumplen con las medidas y entienden el seguimiento que se les hace. En ocasiones, además, su trabajo no sólo ha sido telefónico cuando se debía hacer cuarentena y, por ejemplo, han llegado a pasear perros.

Lo cierto es que al otro lado del aparato se han encontrado situaciones extraordinarias. Patricia, enfermera y rastreadora, se ha llegado a encontrar pacientes por la calle, que no la ha reconocido porque ella llevaba el EPI cuando les ha tratado.

Esther Amores también se ha llevado sorpresas cuando ha preguntado por los contactos cercanos: "Te da el nombre de la pareja, pero también te da el nombre de la amante". "Durante tantos meses trabajando y lidiando contra este tema nos hemos encontrado de todo: desde gente a la que llamas para decirle que ha sido positivo en Covid-19 y que se queda alarmado y hemos llegado a descubrir y destapar infidelidades", explica.

Además, aseguran que este trabajo no siempre es agradecido por las malas contestaciones que reciben. Entre las situaciones más peligrosas para la salud pública se encuentran las de los pacientes con los que han intentado contactar y estaban de vacaciones.