Asesino de gays

El presunto 'asesino de gays' niega que intentase matar al denunciante, que los forenses mienten y los abogados le ignoraron

Nelson David declara ser una persona no violenta y que trató de aturdir a la víctima por un impulso para hacerse con su tarjeta.

Imagen de archivo de un mazo de un juez

Imagen de archivo de un mazo de un juezPixabay

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El inicio del juicio que sienta en el banquillo de los acusados a Nelson David M.B. se esperaba con mucha expectación mediática. El apodado como presunto 'asesino de gays' se puede enfrentar a la acusación de cinco posibles homicidios y otros dos en grado de tentativa. La apertura de juicio oral, que ha arrancado este lunes en Bilbao, se ciñe a una de esas supuestas tentativas, la que desveló su nombre y puso a la Ertzaintza tras la pista de un posible asesino en serie. La resolución de este caso puede servir de impulso para las otras causas que los jueces han determinado juzgar en juicios individuales.

Los hechos de este juicio se remontan a diciembre de 2021. En esas fechas el acusado y el denunciante mantenían una relación sexual esporádica después de haber contactado a través de la app de citas para homosexuales 'Wapo'. El 17 de diciembre, en su segunda cita física, Nelson David intentó, según el testimonio de la víctima, estrangularle en dos ocasiones con la técnica conocida como 'mataleón', que consiste en apretar el cuello con ambos brazos desde la espalda de la víctima. Este lunes, el acusado lo ha negado todo y ha sugerido que se trataría de un malentendido.

Nelson David ha admitido sus antecedentes penales como "tarjetero", sustrayendo dinero de tarjetas robadas junto con tres supuestos cómplices, a los que la Ertzaintza no ha logrado ni encontrar ni identificar durante la investigación, y duda de su existencia. Según su testimonio, él no quedaba con las víctimas, todas homosexuales y con alto poder adquisitivo, con las que contactaban a a través de aplicaciones de contactos. Ha contado que se conocieron dos meses antes de los hechos juzgados y que el denunciante usaba drogas y le gustaba el sexo "muy duro, casi sadomasoquista".

El día de autos comenzaron a "besarse en el sofá y le agarré con fuerza el cuello con el brazo izquierdo con la intención de aturdirle, como me habían dicho", supuestamente sus cómplices. Pero se arrepintió, según su testimonio, y se levantó arrepentido. La víctima empezó a gritar "socorro, quiere matarme". "Intenté salir de la casa, pero me di cuenta que me dejaba el móvil y mi mochila y forcejeamos, le golpeé con una figura y me fui rápidamente mientras él seguía gritando que quería matarle", ha manifestado en el relato de los hechos.

Tras ese relato, contrario al del denunciante y los informes periciales, Nelson David ha puesto en entredicho la investigación de la Ertzaintza, se ha quejado de la profesionalidad de los abogados de oficio que le asistieron y que, según su declaración, "no hicieron nada y me sentí abandonado". También ha cargado contra los tres forenses y los informes testificales de los que ha dicho que describen "cosas que no son ciertas y que yo nunca he dicho", como la referencia al 'mataleón' o los malos tratos que recibió en su infancia por parte de su madre.

En la sección nº2 de la Audiencia Provincial de Bizkaia, medios de comunicación y el público asistente por ser una audiencia pública, solo han podido escuchar el testimonio del acusado. La declaración del denunciante se ha realizado a puerta cerrada y tras un biombo. Este lunes se esperaba que se pudiesen contrastar los dos testimonios clave, pero solo lo han hecho los tres miembros del tribunal. La declaración del presunto autor de un intento de homicidio ha llegado solo a preguntas de su abogado, evitando enfrentarse a las cuestiones de la fiscalía y la acusación particular.

La acción popular llevada a cabo por la asociación LGTBI Gehitu plantea la exigencia de una pena de prisión de 17 años y 11 meses, calificando las circunstancias de tentativa de homicidio en competencia con el delito de lesiones corporales y explotación agravada.

El abogado de Gehitu, Saúl Castro, afirma que el acusado asfixió a todas sus víctimas sin dejar rastro y cuando estaban inconscientes accedió a sus teléfonos utilizando sus huellas dactilares. Gehitu pidió a la fiscalía que todos los casos en los que se investiga a Nelson David M.B se traten juntos porque tienen un patrón de delitos similar. Pero un tribunal de Vizcaya dictó recientemente orden de reabrir una de las muertes presentadas, argumentando que combinar las causas daría lugar a "una cantidad de información gratuita e innecesaria". Tres causas son investigadas por el juzgado número 6, y el resto se distribuyen en alguno de los diez juzgados de instrucción de Bilbao.

Otros casos

La Ertzaintza pudo identificar al acusado gracias al juicio por tentativa de homicidio que se ha iniciado este lunes, que es cronológicamente el último de los hechos que se le imputan. Nelson David salió corriendo de la casa dejando atrás su mochila con su pasaporte, según la fiscalía. Se atrevió a presentarse en la subcomisaría de Zabalburu para denunciar la pérdida de sus documentos. Pasaron unos meses más hasta que el juzgado giró orden de aprehensión en su contra en marzo de 2022, por lo que fue detenido cuando se presentó en la comisaría de Irún.

Además, también se le acusa de otro asesinato muy similar en el que participó a través del chat de Treff. La denuncia fue presentada después de que el incidente apareciera en la prensa y aún está bajo investigación. De las cinco muertes sospechosas investigadas, inicialmente consideradas naturales, una ya ha sido archivada por falta de pruebas físicas. Uno fue condenado por asesinato y los demás fueron sobreseídos temporalmente, decisión que está siendo apelada. Aunque el tribunal reanudó el caso recién iniciado porque hay fuertes indicios de que el acusado pudo haber causado la muerte de la víctima.

Hasta ahora insistió ante el tribunal en que no actuó solo, sino con una pandilla y se desmarcó de las muertes, aunque admite en parte que estuvo involucrado en los delitos financieros en los que hay más pruebas en su contra. Sin embargo, la investigación de la Ertzaintza no pudo encontrar a ninguno de estos posibles cómplices. El hecho de que inicialmente se pensara que se trataba de muertes naturales porque no había signos de violencia o entrada forzada en las viviendas jugó a su favor porque no se pudieron reunir pruebas y una vez que estalló el escándalo ya era demasiado tarde para buscar, de modo que la sospecha de que drogaba a sus víctimas con éxtasis líquido se diluyó porque, salvo un caso, no se encontró rastro de la sustancia en muestras de sangre, algunas de las cuales estaban en muy mal estado.

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