Álvaro Carrión, un doctorando de la Universidad de Granada de 28 años, natural de Olula del Río (Almería), lleva retenido en Taiwan desde el pasado mes de agosto, cuando le quitaron el pasaporte después de un accidente de tráfico tras el que falleció una mujer de 75 años que circulaba en bicicleta.
Según explica el propio afectado en una carta, compartida por el periódico 'Diario de Almería", el año pasado comenzó a trabajar en su doctorado a través de un contrato FPU y en abril le fue concedida una estancia de investigación en Taiwan durante dos meses.
Carta en Facebook: "Es la peor experiencia de mi vida"
El padre de Álvaro, José Antonio Carrión, ha explicado que su hijo salió hacia ese país, no reconocido por el Estado español, el 21 de junio y debería haber regresado el 22 de agosto para incorporarse a sus labores del doctorado de Geología, así como a sus colaboraciones con el CSIC.
Sin embargo, el 7 de agosto se vio involucrado en un accidente de tráfico en la ciudad de Tainan, a la que se había trasladado de visita con unos amigos y en la que estos alquilaron unas motocicletas.
Cuando conducía este vehículo, una mujer de edad avanzada que circulaba en bicicleta "por donde no podía hacerlo" colisionó contra él cuando quiso girar a la izquierda para cruzar la avenida por la que iba el joven, "haciendo algunos movimientos extraños cruzando del carril bici al normal en un movimiento de zigzag".
La mujer cayó al suelo y se golpeó en la cabeza ya que no llevaba casco. "Tras esto me hicieron la prueba de alcoholemia, que dio 0,0, y me tomaron declaración en comisaría. Después de la declaración, la policía me aconsejó quedarme cerca de la ciudad porque la mujer estaba inconsciente e igual tenía que volver a dar más aclaraciones al día siguiente, por lo que reservé una habitación de hotel y pasé allí la noche".
"Al día siguiente me llamaron para ir a comisaría otra vez, en teoría para dar más información", explica. Álvaro relata que al día siguiente se enteró de que el hijo de la accidentada lo había denunciado por "daño corporal compulso", tras lo que contactó con un abogado y que ese mismo día tuvo que ir a declarar ante el fiscal. La mujer falleció a los pocos días.
"Por como funciona la ley aquí, al fallecer, la parte que resulta dañada, aún teniendo ella la culpa, tiene que recibir una compensación económica. Para tal proceso se requiere la resolución por parte de la fiscalía, ya que al fallecer la mujer se abre un proceso de investigación por muerte por negligencia", añade.