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LA ÚLTIMA EN EL TOUR

Las peticiones de mano pueden convertirse en un acto peligroso

Va a comprobar ahora lo difícil que puede resultar organizar una pedida de mano original. Un ciclista francés ha aprovechado la última etapa del Tour de Francia para proponérselo a su chica. Y ha dicho que sí.

Ganar la última etapa del Tour no era lo que preocupaba al ciclista Cyril Gautier sino algo mucho más duradero. Toda una vida con su novia Caroline y esta ha sido su forma de pedírselo, con un mensaje mientras pedalea en medio de la etapa. Sobre ruedas salió también otra pedida de mano a un monitor de spinning, en la que toda la clase estaba compinchada y el novio, no pudo decir que no.

Pedir matrimonio es un salto al vacío. Y nunca en sentido más literal que en este caso: el novio cae desde la azotea donde estaban jugando y lo que su novia pensó que era un descalabro resultó siendo la pregunta más tierna de su vida. Desde la colchoneta donde cayó le pidió matrimonio.

Todo buceador sueña con encontrar el cofre del tesoro, pero en esta ocasión él lo colocó en el fondo y ella lo aceptó de buen grado.

Aunque los nervios nunca hacen fácil el momento de la proposición, pero lo es mucho menos si se elige un lugar tan arriesgado como un acantilado. Las olas casi acaban con el intento. Suerte que el amor resiste viento y marea.

Pedidas de mano por tierra, mar y aire aunque por esto último es la que eligió un bombero para declararse a su amada, piloto de helicóptero. Ella no podía hablar pero de su aterrizaje dependían el resto de sus vidas.

Para quien necesite un empujón, siempre puede optar por el salto base. Con las pilas cargadas de adrenalina siempre es más fácil atreverse a preguntar. Eso sí, hay que tener en cuenta que la magnitud de la sorpresa no siempre garantiza el éxito.

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