Monjas de Belorado
Las monjas de Belorado desobedecen al Arzobispado de Burgos y no entregan las llaves del complejo en la notaría
Las religiosas tenían de plazo hasta la media noche del lunes para entregar las llaves del convento de Belorado, en Burgos.
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Las religiosas del convento de Belorado, en Burgos, no han entregado las llaves del complejo en la notaría, como les requirió el Arzobispado de Burgos la pasada semana. Tenían de plazo hasta la medianoche del lunes para hacer entrega de un juego después de que así se lo comunicase una delegación de la Iglesia, formada por Sor Carmen Ruiz, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, Don Rodrigo Sáiz, apoderado del Comisario Pontificio, y Don Carlos Azcona, notario del Tribunal Eclesiástico, acompañados de una notaria.
Además, se exigía el inmediato abandono de las instalaciones del obispo de la Pía Unión Apostólica, Pablo de Rojas, y el asesor espiritual de las religiosas y sacerdote, José Ceacero. Ambos continúan en el interior del convento de La Bretonera y sin intención de abandonarlo.
Cecaero, en declaraciones a los medios de comunicación a las puertas del monasterio ha asegurado que ésta es la casa de las religiosas "y uno no le da las llaves de su casa a cualquiera y, hasta donde sé, tampoco van a ir a ningún sitio". Las monjas están citadas ante el Tribunal eclesiástico entre el 17 y el 24 de junio para comunicar su firme decisión de abandonar la Iglesia Católica, como expresaron a principios del mes de mayo a través de un burofax enviado al Arzobispado de Burgos.
Hay 15 monjas en Belorado
En Belorado residen en la actualidad quince religiosas, después de que una de ellas abandonara la localidad al no estar de acuerdo con la decisión de sus compañeras de abandonar la orden de las clarisas y unirse a la Pía Unión de San Pablo.
Esta decisión ha provocado que sea el arzobispo, Mario Iceta, quien asuma el mando, la responsabilidad y la administración del convento de Santa Clara de Belorado. Tutela que no admiten las religiosas declaradas en rebeldía como ha manifestado su portavoz, José Ceacero. "No son niñas. Ellas han tomado una decisión libremente y todo se dirimirá en un juicio civil, pero no eclesiástico porque ellas ya no pertenecen a la Iglesia conciliar", ha afirmado.
Un mes en el foco mediático
Las hermanas llevan un mes, desde que se conociera su decisión, en el foco mediático. Este martes, una pareja de la Guardia Civil se ha personado en el monasterio atendiendo a una llamada de las religiosas molestas por la presencia de más de 30 periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos a las puertas del complejo. Denuncian sentirse acosadas.
Numerosos curiosos se acercan también cada día para observar el escenario de un proceso cismático que está acaparando toda la atención desde que comenzara.
Si, como asegura su asesor espiritual, las hermanas no se presentan ante el Tribunal Eclesiástico, se iniciará un proceso de excomunión que, según fuentes del Arzobispado, concluirá en un plazo breve de tiempo. Más largo será el proceso civil que dirimirá la propiedad de los conventos de Belorado y Derio y Orduña, ambos en Vizcaya y si las monjas rebeldes son o no okupas del monasterio en el que viven.
Desde que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, se hiciera cargo de las decisiones de la comunidad las religiosas no tienen acceso a las cuentas bancarias. Desde el Arzobispado se asegura que sólo tienen que pedir cualquier cantidad que necesiten y en ningún momento se dejarán de abonar la nómina a los trabajadores.
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