Galicia

Un joven semiamputa de un mordisco el pulgar de su abuelo tras una discusión familiar

La Policía Local ha detenido al joven por un delito de malos tratos en el ámbito familiar.

Las manos de un anciano

Las manos de un ancianoPixabay

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La Policía Local de Redondela (Pontevedra) ha detenido a un joven de 26 años tras semiamputar de un mordisco el pulgar de su abuelo, de 76 años. El joven fue detenido por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar.

Al parecer, el detenido estaba discutiendo con su padre, por lo que el abuelo tratando de mediar en la pelea, recibió un mordisco en el dedo que le produjo la lesión en el pulgar de la mano izquierda.

Los agentes fueron conocedores del suceso tras ser alertados por el centro de urgencias de Redondela para informarles de lo sucedido. Asimismo, tras estar informados se entrevistaron con las partes implicadas, acudieron hasta el domicilio donde sucedieron los hechos y procedieron a la detención del joven. El abuelo, tuvo que ser trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

Un paciente arranca de un mordisco a un celador de hospital

El pasado mes de mayo, un celador del Hospital Virgen Macarena de Sevilla sufrió una agresión 'salvaje' por parte de un paciente que pedía ser atendido de manera urgente. El individuo ya había sido atendido previamente, y también dado de alta. Sin embargo, regresó al centro hospitalario con exigencias para ver a un médico y amenazando con ahorcarse con su propio cinturón si no le recibía un facultativo.

El suceso tuvo lugar en la sala de Urgencias del hospital sevillano. Según el relato que ha ofrecido UGT, el presunto agresor entró diciendo que quería ser visto por un médico: "Quiero que me vea un médico, si no voy a coger una correa y me voy a ahorcar". Tras ello, se le dio paso a clasificación, sala en la que "comenzó a darse cabezazos contra la pared y, posteriormente, se quitó el cinturón y, haciendo una maniobra de ir a ahorcarse, los celadores de la puerta de Urgencias y de clasificación se dirigieron hacia él con la intención de impedirle que se hiciera daño físico".

En el intento de que el paciente no se hiciera daño, éste mordió a uno de los celadores, arrancándole la primera falange de un dedo de su mano y "escupiendo posteriormente" el trozo que le había arrancado.

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