Fachada del Hospital Regional de Málaga

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EN MÁLAGA

Un joven conserva el habla y deja de sufrir ataques de epilepsia tras extirparle un tumor cerebral en el área del lenguaje

Los profesionales del Hospital Regional de Málaga le han extirpado el tumor, situado en el hemisferio izquierdo del cerebro, donde está el área del lenguaje, en una intervención que se hizo con el paciente despierto. El joven ha ganado en calidad de vida al desaparecer las crisis epilépticas que padecía.

Profesionales del Hospital Regional Universitario de Málaga han extirpado con éxito un tumor en el área del lenguaje tras remodelar funciones cerebrales, lo que ha permitido que el paciente haya ganado en calidad de vida al desaparecer las crisis epilépticas que padecía sin perder la capacidad del habla.

Esto ha sido posible gracias a la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y la experiencia, así como al trabajo multidisciplinar de distintos servicios del centro sanitario.

El caso, llevado a cabo por la Unidad de Neurociencias del hospital malagueño, se llevó a cabo en el segundo semestre de 2018 y, tras constatar las diferentes pruebas de validación que, una vez extirpado el tumor, el paciente ha eliminado las crisis de epilepsia, este puede llevar una vida normal.

La historia clínica del paciente, en seguimiento por los servicios de Neurocirugía y Neurología, comenzó hace una década cuando, siendo un niño, fue intervenido de un tumor cerebral que le causaba epilepsia, aunque no se le pudo extraer en su totalidad dada su localización próxima al área del lenguaje, por lo que al cabo del tiempo volvió a presentar crisis epilépticas mientras, en paralelo, la masa tumoral comenzaba a crecer.

La localización profunda cerebral y su proximidad a las áreas del lenguaje, el área de Wernicke, desaconsejaban la cirugía y el servicio de Neurocirugía pediátrica del Materno Infantil decidió que para poder reintervenir al paciente este debía ser operado despierto, por lo que era necesario esperar a que este fuera más mayor.

Tras constatar que el cerebro del paciente podía haber posibilitado que las áreas del lenguaje se hubieran desplazado al hemisferio cerebral contralateral una vez éste maduró, los profesionales decidieron intervenirle con la participación de otros servicios que garantizasen con su trabajo que se podría eliminar el tumor sin riesgo de afasia o pérdida del lenguaje por la íntima relación del tumor con esa área en el hemisferio izquierdo.

El jefe de servicio de Neurología del Hospital Regional de Málaga ha explicado que para no afectar de forma permanente la capacidad para hablar del paciente "se planteó la posibilidad de emplear estimulación eléctrica directa sobre la corteza cerebral para acelerar los procesos innatos de plasticidad neuronal que ya se habían puesto en marcha de forma autónoma para conseguir que otra zona alejada asumiera esa competencia y dejar paso libre para poder eliminar el tumor y curar su epilepsia".

Previa a la intervención, se realizó una evaluación neuropsicológica del paciente valorando funciones superiores, incluido el lenguaje. Los profesionales realizaron una resonancia magnética funcional que mostró la localización del área sensitiva del lenguaje en el tejido tumoral y sus vecindades, "aunque se vio que, ya de manera autónoma, el paciente había empezado a desarrollar por plasticidad un área del lenguaje en la zona cerebral homóloga contralateral, es decir, al otro lado del cerebro", explica Serrano.

La coordinadora de servicio de Neurofisiología ha señalado que si bien la red neuronal implicada en el lenguaje ya estaba empezando a remodelarse, ésta se estaba produciendo de manera muy lenta. "Sin embargo, el crecimiento del tumor era mucho más rápido y, todo esto, a pesar de que tratándose de una persona joven, la neuroplasticidad es bastante más rápida que en un adulto".

Así, los neurocirujanos realizaron una craneotomía y colocaron una manta de electrodos sobre la zona de la lesión. A través de mapeo cortical, se localizó donde asentaba la función del lenguaje y se realizó un estímulo eléctrico cortical inhibitorio que anulara esa función. Simultáneamente, se realizó una rehabilitación intensiva del lenguaje, forzando literalmente a usar la zona desarrollada en el hemisferio derecho.

Mediante estimulación eléctrica cortical continua, los profesionales de neurofisiología trabajaron durante una semana inhibiendo el lenguaje en el hemisferio izquierdo, donde estaba el tumor que debía ser extirpado. Junto a la estimulación intensiva del lenguaje durante ese periodo se aceleró el proceso de neuroplasticidad, que ya estaba en curso. "Esto hizo que prácticamente desapareciese la red neuronal del lenguaje en el hemisferio izquierdo y que se potenciara la formación de dicha red en el hemisferio derecho", ha señalado la neurofisióloga.

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