Autismo

José David, el linense que se hizo barbero para poder cortar el pelo a su hermano con autismo

José David, de 19 años, descubrió su profesión al mismo tiempo que buscaba una técnica para poder cortarle el pelo a su hermano con autismo.

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"Un día llegó mi hermano de la barbería, él tendría tres añitos. Mis padres venían irritados, mi madre con las lágrimas saltadas, mi hermano se había pegado una pechá de llorar que no veas y con el pelo mal cortado... Y eso fue lo que me hizo darme cuenta de que hacía falta alguien que supiera cortarle el pelo". José David le cuenta a Antena3 Noticias cómo empezó a interesarse por su profesión, la de barbero.

Por un problema de salud, el joven había dejado sus estudios de bachillerato aparcados, así que "le dije a mi madre que me comprara unas máquinas porque yo estaba viendo en las redes sociales vídeos de barbería para educarme un poquito", prosigue en su relato José David.

"Primero le recorté a mi hermano mediano, luego a mi padre, a mi abuelo y luego ya empecé con Luquitas. Empecé a recortarle el pelo poco a poco, para que se fuera acostumbrando. Lo intentaba todas las semanas, pero no servía de nada", explica. Pero lejos de tirar la toalla continuó dándole vueltas para encontrar la técnica correcta.

"Probando y probando, semana tras semana, mes tras mes... Se me ocurrió darle un estímulo más fuerte que el que le daba la máquina, que era el oído. Entonces le ocupaba el oído para que el sentido del tacto no lo tuviera tan metido en la cabeza. Una semana probé con el secador, pero no funcionó del todo porque le estaba dando yo con el secador, y eso era todavía algo agresivo para él. Entonces decidí darle el secador a él y que él lo controlara", explica el joven linense.

¡Eureka! Ya había encontrado la tecla para tranquilizar a Lucas, pero para cortar el pelo a su hermano autista, José David remarca que tiene que seguir más pautas: "Él llega, le saludo, le digo que se siente, le explico lo que le voy a hacer, le muestro las máquinas, el secador, los peines y el agua. Él ya coge el secador y se empieza a dar con el aire. Entre el aire que le da en la carita y el ruido del secador se siente mucho más cómodo, y a partir de ahí, ya puedo empezar a recortarle perfectamente", afirma satisfecho.

"Con lo de mi hermano podía ayudar a los barberos"

Lucas ya ha cumplido 6 años. Es un logro de años de trabajo que José David quiso compartir con el resto de la profesión, por ello colgó un vídeo explicando su técnica y este se viralizó. "Vi que con lo de mi hermano podía ayudar a los barberos y las personas con autismo. Con que el vídeo lo vea una persona ya estoy contento, porque ya es una persona que sabe más del autismo, pero jamás me esperaba tantísima repercusión", asegura el barbero.

"Los niños con autismo son supersensoriales, su sensibilidad está multiplicada por mil"

José David había dejado de lado sus estudios de bachillerato porque le habían diagnosticado la enfermedad de Crohn, y tuvo que someterse a varias operaciones y otros procesos médicos. Ahora ha encontrado su profesión ayudando a Lucas: "Los niños con autismo son supersensoriales. Su sensibilidad está multiplicada por mil. Los estímulos los reciben muy fuertes y me di cuenta de que el sonido de la máquina a él le afectaba un montón. Los estímulos más fuertes de lo normal le hacen sufrir. Ellos sienten dolor, no es como nosotros, ellos centran todos sus sentidos en eso y les duele de verdad". De hecho, en el vídeo explicativo se puede ver lo mal que lo pasaba en el pasado su hermano pequeño con un simple corte de pelo.

"El autismo es un mundo superamplio, hay muchos tipos, muchos grados, pero si esto les sirve a los niños como mi hermano... Me enorgullece un montón porque nosotros luchamos y vivimos por él", concluye José David Otero, barbero de la Línea de la Concepción.

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