A rapa das bestas

Un año más, 'a Rapa das Bestas' atrae a miles de personas a Sabucedo: "Al ver a toda esta gente aquí siento mucha responsabilidad"

Una lucha noble entre 'aloitadores' y caballos que se celebra desde el siglo XV.

Un 'aloitador' intenta retener los caballos salvajes

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Llegan los días más importantes en San Lorenzo de Sabucedo. Esta parroquia de A Estrada, con poco más de 200 habitantes, comienza una de las tradiciones más valiosas de toda Galicia: 'A Rapa das Bestas'.

Esta edición cuenta con más de 170 periodistas acreditados, que tratarán de dar buena cuenta de la lucha noble entre personas y animales. Los 'aloitadores' saltan sobre los caballos con su cuerpo, sin utilizar ningún otro elemento más. Así consiguen cortarles las crines y desparasitarlos para que continúen viviendo en libertad.

Pasaban de las 12:00 del mediodía cuando los más jóvenes comenzaban a separar los potros. Minutos después, los adultos ya estaban preparados para comenzar 'A Rapa das Bestas 2023'. Esta edición será la más reivindicativa, donde destaca la indumentaria de los 'aloitadores' de este año, todos con la misma y con un mensaje claro: "Non eólicos".

Los cuatro parques eólicos proyectados en las zonas donde estos caballos viven en libertad podrían terminar con una tradición que se sigue celebrando, a día de hoy, igual que en el siglo XV. Por eso, es más importante que nunca mantenerla viva. "Esta es la cuarta vez que salto a los grandes", comenta Dani antes de agarrarse a la primera 'besta'. Este 'aloitador' es ya todo un experto, y tiene claro que "no puedes tener miedo, tienes que estar concentrado en lo que haces para no llevar un golpe".

Algo en lo que también coincide Mar, una de las pocas 'aloitadoras' que saltan sobre los caballos: "No es miedo, pero sí respeto". Es la primera vez que está dentro y "al ver a toda esta gente aquí siento mucha responsabilidad", reconoce con una sonrisa. "Es mucha adrenalina, mucha adrenalina… ¿'Aloitando'? Llevo 13 años, vengo siempre", dice Pablo. Él es uno de los ya habituales, como muchos otros compañeros sobre los que están puestas todas las miradas cuando se encierran en el curro. Ahí, la tradición manda que "un 'aloitador' salte sobre el animal, otro le ayude agarrando la cabeza y el tercero tire por la cola", explica Paulo.

Es en ese momento cuando le cortan las crines y lo desparasitan, para que vuelva a vivir en libertad sin ningún tipo de problema. Una cita única que nadie se quiere perder. "Vengo desde Burgos, lo he visto por la televisión y me he acercado", comenta un señor que se ha quedado sin entrada porque está todo vendido. "Tiene una explicación fácil, antes eran los medios que había en el monte para hacer su trabajo", explica orgulloso un vecino de la zona que acude todos los años.

Pero no solo gente que viene a disfrutar de ella, también están los que graban esta Festa de Interés Turístico Internacional con todo tipo de detalle. Son los más de 170 periodistas acreditados que durante tres días, hasta el lunes, darán buena cuenta de todo lo que suceda en el curro más espectacular de todo el planeta.

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