No podemos dar marcha atrás en el tiempo, pero cada vez aparecen técnicas más innovadoras y menos invasivas. Con el paso de los años la piel pierde firmeza, pero puede dejar de ser evidente con el uso de esta nueva técnica de ultrasonidos.
Se ha dado un paso más para hacer frente a la huella del tiempo. Los ultrasonidos penetran en la capa más profunda de la piel, más que cualquier tratamiento. Provoca un efecto de tensión en la piel, que ataca la flacidez facial sin cirugía.
En primer lugar se determinan las zonas en las que se va a aplicar el tratamiento, y se cubren de un gel especial que favorece la transmisión de los ultrasonidos. Y comienza el proceso; la finalidad, estimular el colágeno.
A los tres meses se perciben mejor los efectos, que pueden durar hasta año y medio. Esta técnica se puede aplicar en párpados, cejas, arrugas...
Es una de las técnicas más innovadoras con las que cuenta la dermatología. A España ha llegado hace pocos meses y, de momento, sólo unas pocas clínicas cuentan con un tratamiento que triunfa en EEUU. Es un arma para envejecer con discreción.