Publicidad
UNAS VACACIONES CONVERTIDAS EN PESADILLA
"Si queríamos ducharnos, debíamos hacerlo con las puertas abiertas"
Álvaro, uno de los sesenta españoles que viajaban a bordo del crucero 'MSC Opera' que quedó a la deriva tras un fallo eléctrico, explica cómo han vivido esos días a la deriva y la poca información facilitada por la compañía italiana.
Lo que iban a ser unas idílicas vacaciones terminaron convirtiéndose en un infierno. Los 1.800 pasajeros del crucero "MSC Ópera" que embarcaban el 7 de mayo, pudieron disfrutar hasta el día 13 de los lujos por los que habían pagado. Ese viernes, un fallo en el panel eléctrico dejó al barco sin luz, agua ni comunicaciones.
Álvaro, uno de los sesenta españoles que iban a bordo del navío, explica lo difíciles que han sido esos días en los que la organización "apenas mantenía informados a los pasajeros, sobre todo a los españoles, ya que los mensajes eran en todos los idiomas y en español apenas ofrecían datos de lo que estaba pasando".
Tras el fallo eléctrico, el barco estuvo dos días a la deriva. "Estuvimos a la deriva porque, aunque lo lógico habría sido acudir al puerto más cercano, debíamos ir hasta Southampton, supongo que por intereses comerciales", explica este pasajero, que viajaba con su pareja.
"Durante esos días en los que ni siquiera pusieron un ancla, estábamos sin luz, con lo que sí queríamos ducharnos, la organización nos sugería que lo hiciéramos con las puertas abiertas para poder ver algo".
Rumbo al aeropuerto de Estocolmo
Para salir del navío se emplearon pequeñas barcas que transportaron a los pasajeros a tierra firme en grupos reducidos. El objetivo era llegar al aeropuerto de Estocolmo. "Cuando llegamos al aeropuerto de Estocolmo seguía la desorganización porque nadie sabía nada de lo que había sucedido y no sabían qué tenían que hacer con nosotros", asegura Álvaro.
En teoría, debían organizar a los afectados en vuelos con destino Amsterdam y Londres, aunque a pasajeros con otros destinos, como Alemania, "les sugirieron trasladarles en autobuses de línea hasta su país".
"Nosotros tuvimos suerte, pero más de mil personas no pudieron ni facturar sus maletas y estuvieron allí mucho tiempo", explica.
Compensación: otro crucero de MSC
Lejos de recibir una compensación económica por unas vacaciones que terminaron siendo un auténtico infierno, la empresa italiana ha anunciado que compensará a los afectados con otro crucero MSC, que podrán disfrutar antes de diciembre de 2012. Álvaro asegura que no quiere ese regalo ya que, después de lo sucedido, "no volvería a montar en un barco de MSC ni en el parque del Retiro".
Publicidad