Pulmón de acero

Muere Paul Alexander, el hombre del pulmón de acero

Paul Alexander, el hombre que ha pasado 72 años de su vida dentro de un pulmón de acero tras contraer polio, ha muerto en Dallas, Estados Unidos, a los 78 años .

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Paul Alexander fue un guerrero toda su vida. Siendo muy pequeño, con seis años, contrajo polio. Estaba jugando con unos amigos cuando sintió mucha debilidad y dolor en la piernas. Poco después apenas podía respirar y sus padres rápidamente le llevaron a un médico que le practicó una traqueotomía de urgencia.

Desde entonces, vivió dentro de un pulmón de acero, un gran cilindro de metal que varía la presión del aire para estimular la respiración, en definitiva, una máquina que conseguía mantenerle con vida.

Era 1956, año del apogeo de la polio en Estados Unidos, se registraron más de 21.000 casos. "Los médicos nos dijeron que Paul no podría vivir", relató Doris Alexander, la madre de Paul, en su autobiografía. "Hubo algunas ocasiones en las que falló la energía eléctrica y luego hubo que bombear el pulmón a mano. Nuestros vecinos corrían y nos ayudaban".

Alexander fue testigo - desde su pulmón de acero- como en 1979, gracias a una vacuna, Estados Unidos fue declarado libre de polio, una enfermedad vírica infecciosa que afecta el sistema nervioso central y puede causar debilidad muscular y parálisis. Él había quedado paralizado completamente de cuello para abajo.

¿Qué es un pulmón de acero?

Los pulmones de acero se inventaron en la década de los 20 y eran muy comunes a mediados del siglo XX. Ahora sólo queda una mujer, también en Estados Unidos, contagiada de polio cuando era niña. Aún depende de una de estas máquinas para vivir.

A diferencia de los actuales respiradores que funcionan con intubación, el pulmón de acero es una gran máquina donde el paciente permanece dentro acostado. La máquina ayuda a expandir y contraer los pulmones. Se trata de un gran ventilador de presión negativa, un gran cilindro de metal que varía la presión del aire para estimular la respiración. Actualmente se considera obsoleto.

No se rindió

A pesar de las pocas expectativas de vida, Paul Alexander nunca se rindió. Se acostumbró a su pulmón de acero y desde allí intentó hacer una vida normal. Aprendió a escribir, a dibujar y decidió estudiar derecho, se graduó en la universidad y ejerció como abogado durante treinta años. "Sabía que si iba a hacer algo con mi vida, tendría que ser algo mental", le dijo al diario 'The Guardian' en 2020.

En ocasiones Paul asistía a clases en silla de ruedas, aprovechando los escasos momentos en los que podía salir del pulmón de acero mediante una técnica denominada "respiración glosofaríngea". Esta técnica consiste en impulsar el aire hacia los pulmones utilizando los músculos de la lengua y la faringe, que le permite respirar y tragar.

Además escribió un libro, aunque le costó hacerlo más de 5 años. 'Tres minutos para un perro: mi vida en un pulmón de acero', es una autobiografía escrita a mano con un bolígrafo que sujetaba con la boca.

"No dejar que la polio me derrotara, sino yo derrotar a la polio. Por eso siempre quise lograr las cosas que me decían que no podía lograr y alcanzar los sueños que soñaba", dijo en un video.

También en TikTok

Ya en los últimos tiempos se hizo muy popular En TikTok. "Polio Paul" tenía más de 350.000 seguidores. Desde la redes sociales respondía a como hacía sus necesidades, o como podía mantener una actitud siempre tan positiva.

TikTok también le sirvió como plataforma donde mandar un mensaje: La importancia de la vacunación, de la prevención y la protección de la salud pública.

"Yo quiero hablarle al mundo sobre la polio y los millones de niños que no están protegidos (vacunados) contra esta enfermedad", aseguraba en una de sus publicaciones.

Paul Alexander ha muerto a los 78 años. A finales de febrero tuvo que ser ingresado en un hospital con Covid-19.

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