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AFIRMA JAQUES WAGNER, MINISTRO DE BRASIL
Lula da Silva podría ejercer como asesor de la Presidencia de Brasil
La actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, podría pedir la ayudar de Lula da Silva como asesor especial de la presidencia, si el Tribunal Supremo del país se niega a revisar la sentencia que impide a Lula da Silva ser ministro.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva puede ayudar a su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, a combatir la crisis en el cargo de asesor de la Presidencia en caso de que la Justicia mantenga el veto a su nombramiento como ministro, dijeron este miércoles fuentes oficiales.
"Lula puede ayudar al Gobierno sin ser ministro en caso de que el Tribunal Supremo se niegue a revisar la sentencia que anuló el nombramiento. Puede hacerlo como asesor de la Presidencia", dijo el ministro Jefe del Gabinete Personal de la Presidencia brasileña, Jaques Wagner, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Río de Janeiro.
Wagner explicó que la justificativa de la oposición para rechazar el nombramiento de Lula como ministro, que sería la supuesta intención del expresidente de eludir la acción de un juez de primera instancia, no se aplica en caso de que se le nombre como asesor personal o especial de Rousseff.
Lula, que es investigado en dos procesos por supuesta corrupción, fue nombrado la semana pasada ministro de la Presidencia y llegó a jurar el cargo, pero un magistrado del Tribunal Supremo suspendió los efectos del nombramiento por considerar que el Gobierno estaba intentando obstruir la Justicia.
Rousseff alegó que necesitaba de la experiencia de Lula, uno de los políticos más carismáticos de Brasil y un hábil articulador político, para enfrentarse al intento de la oposición de abrirle un juicio político con fines de destitución por unas supuestas irregularidades en los balances del Gobierno en los últimos años.
"La propia reacción de la oposición al nombramiento demostró el acierto de Rousseff al invitar a Lula a su gabinete", afirmó Wagner al dar a entender que la preocupación de los partidos opositores no es la situación legal del expresidente sino lo que puede hacer como articulador político del Gobierno.
"Si uno está en una batalla política es correcto convocar al mejor jugador que tenemos. Lo puede hacer como ministro o como asesor", agregó el jefe del Gabinete Personal, que hasta la semana pasada se desempeñaba como ministro de la Presidencia y fue sustituido por Lula.
Según el ministro, Lula fue invitado a asumir el Ministerio de la Presidencia, que articula todos los hilos del Gobierno y no exclusivamente los de relaciones políticas, por tratarse del cargo "más reverenciado" en el Gobierno después de la Presidencia.
Agregó que Lula es un ciudadano común que tiene derecho al pleno uso de sus derechos políticos y que sobre él no pesa ninguna condena, por lo que puede ejercer libremente como miembro del Gobierno.
En su opinión, cualquier argumento de la oposición para impedir que ayude al Gobierno quedó sin razón desde el pasado martes, cuando otro miembro del Tribunal Supremo decidió ordenar que los procesos contra Lula sean trasladados desde el juzgado de primera instancia en el que estaban hasta la corte suprema.
La corte decidió reservarse todo lo relativo a la investigación contra el expresidente luego de que el juez federal Sergio Moro, responsable de la investigación por el escándalo de corrupción en Petrobras, divulgara las grabaciones de las escuchas hechas al teléfono de Lula, incluyendo diálogos con la propia Rousseff.
"La tesis de que su nombramiento estaría obstruyendo la justicia caducó con la decisión de ayer", dijo. La Corte Suprema aún tendrá que pronunciarse sobre si mantiene la sentencia que suspendió el nombramiento de Lula como ministro.
"Moro debe estar arrepentido (de haber divulgado las grabaciones). Primero porque cometió un error y hasta un eventual delito y segundo porque se convirtió en el blanco de condenas de numerosos juristas que vieron en su acto la sombra de un régimen de excepción", dijo.
Sobre una petición que el propio Lula le hizo a Wagner en una de las conversaciones divulgadas para que el Gobierno interviniese ante un magistrado en uno de sus casos, el ministro dijo considerar "normal que alguien que se siente perseguido pida socorro", aunque negó cualquier interés del Gobierno en obstruir la justicia.
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