Un hombre va a una clínica para tratar su impotencia sexual y le amputan el pene

“Lo que me sucedió, no se lo deseo a nadie. Debe tenerse más cuidado con las empresas que se instalan en Panamá ofreciendo salud y lo que hacen es truncar esperanzas de vida”. Eso es lo que asegura un hombre de 57 años, casado, que acudió a una clínica de Panamá tras ver un anuncio publicitario que aseguraba que tenían un tratamiento infalible para tratar la disfunción sexual.

Cuatro días después de la primera inyección (la primera intervención), los médicos tuvieron que amputarle su pene para salvarle la vida. El abogado José Carvajal, quien representa al paciente, ha aseguradp que todo comenzó en mayo del 2009, cuando el paciente decidió ir a la empresa Men’s Health Quality que ofrecía tratamientos para la eyaculación precoz y la disfunción eréctil.

Según Carvajal, fue atendido por un médico que le aplicó una inyección que contenía una sustancia no aprobada por la Dirección de Farmacias y Drogas del ministerio de Salud. Sin embargo, después se demostró que este médico no era urólogo. La víctima tuvo una erección durante tres días y al acudir a un centro de salud homologado comprobaron que el pene se le estaba gagrenando y, si no se lo amputaban, moriría.

En la investigación realizada por el equipo de abogados, se ha hallado que otros hombres también fueron víctimas de estas inyecciones, aunque no han denunciado la situación por vergüenza personal y por sus familiares.