Navi Pillay, la Alta Comisionada de la ONU

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SIRIA | REVUELTAS EN HOMS

La Asamblea General de la ONU estudia la situación en Siria

La Liga Árabe ha pedido al organismo internacional, el envío a Siria de una misión de paz conjunta. Mientras tanto, la represión del presidente Bachar Al Asad se ha cobrado este domingo 39 vidas en la ciudad revelde de Homs.

La Asamblea General de la ONU se reúne el lunes para tratar sobre la grave situación que atraviesa Siria, después de que la Liga Árabe haya pedido hoy al organismo internacional enviar a ese país árabe una misión de paz conjunta.

El organismo internacional convocó esa reunión a instancias de su presidente, el diplomático catarí Abdulaziz Al Naser y en ella está previsto que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (ACDH), Navi Pillay, informe a los 193 estados miembros de los últimos acontecimientos ocurridos en ese país.

Mientras la violencia y la represión ejercida por el régimen del presidente Bachar Al Asad se sigue cobrando víctimas en el país árabe, pues este domingo murieron otras 39 personas en la ciudad rebelde Homs, según indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En los once meses que duran los enfrentamientos entre el régimen de Damasco y los opositores han muerto, según dijo la ONU a mediados de enero, más de 5.400 personas, entre ellos 400 niños, aunque desde entonces y según la oposición siria, las víctimas civiles superan las 6.000.

Tras varios semanas de infructuosas negociaciones, la Liga Árabe acordó este domingo pedir al Consejo de Seguridad de la ONU formar una fuerza de paz conjunta para Siria, al tiempo que decidieron retirar a sus embajadores y aumentar las sanciones económicas contra Damasco.

Los ministros de Exteriores árabes convinieron en solicitar una resolución del Consejo de Seguridad para crear una misión integrada por "cascos azules" de la Liga Árabe y de Naciones Unidas que compruebe sobre el terreno el alto el fuego en Siria.

Esa organización, que ya ha puesto fin a la anterior misión de observadores árabes, decidió también contactar con la oposición siria y ofrecerle ayuda política y económica, y pedirle que "unifique sus filas".

Igualmente quieren mantener con la oposición un diálogo serio previo a la conferencia internacional sobre Siria, que determinaron celebrar el próximo día 24 de febrero en Túnez.

En Naciones Unidas, varios países árabes han trabajado en los últimos días sobre una propuesta de resolución sobre Siria que se llevará a votación en la Asamblea y que condena la violencia.

Ese documento muestra su "total apoyo" al plan de la Liga Árabe, y es similar al vetado hace una semana por Rusia y China en el Consejo de Seguridad.

El proyecto de resolución, al que tuvo acceso Efe, condena las violaciones "sistemáticas" de derechos humanos enSiria, exige al régimen de Damasco detener "de forma inmediata" los ataques contra la población civil y pide a los grupos armados que se abstengan de recurrir a la violencia.

El texto, patrocinado por Arabia Saudí, llama a un "proceso político sin exclusiones" liderado por los sirios, desarrollado en un ambiente "libre de violencia, intimidación y extremismo", y que permita al pueblo sirio afrontar sus "legitimas aspiraciones".

Aunque no pide de forma expresa la salida del poder de Al Asad, sí muestra su "total apoyo" a la propuesta de la Liga Árabe de "facilitar" una transición política a partir de un diálogo "serio" entre el régimen y "todo el espectro de la oposición", que termine en un sistema "democrático y plural".

El documento que votará mañana la Asamblea General invita también al secretario general del organismo, Ban Ki-moon, a designar a un enviado especial para Siria que ayude a promover una "solución pacífica" a la crisis, y a informar sobre la implementación de la resolución una vez que pasen quince días desde su aprobación.

La Asamblea General de la ONU ya adoptó en diciembre pasado y por una amplia mayoría una resolución de condena de la situación de los derechos humanos en Siria y pidió el fin de la represión contra los manifestantes.

Esa resolución fue aprobada entonces por 133 países, mientras que 41 se abstuvieron (Rusia y China entre ellos) y trece votaron en contra, entre los que estuvieron Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, así como Corea del Norte e Irán, entre otros.

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