Una mujer condenada a 14 años de cárcel por el homicidio de recién nacidos.

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LAS MUERTES SE PRODUJERON A PARTIR DE 2003

14 años de cárcel para una madre en Alemania por la muerte de ocho bebés recién nacidos

La Fiscalía había pedido para la mujer cadena perpetua, con el argumento de que ésta había asesinado a sus bebés sin ninguna presión o emergencia que se pueda considerar atenuante, mientras que para el padre solicitó cuatro años de cárcel.

La Audiencia de Coburg (Baviera) condenó hoy a catorce años de cárcel a una madre, por la muerte de ocho bebés recién nacidos, mientras que absolvió al padre de los niños, al que la Fiscalía imputaba complicidad en los hechos.

La mujer, de 45 años, fue declarada culpable del homicidio de cuatro de esos bebés, que se considera probado vinieron al mundo vivos, mientras que los restantes no se ha podido establecer si murieron al nacer o poco después del parto.

La Fiscalía había pedido para la mujer cadena perpetua, con el argumento de que ésta había asesinado a sus bebés sin ninguna presión o emergencia que se pueda considerar atenuante, mientras que para el padre solicitó cuatro años de cárcel.

"En un caso como éste son muchos los que creen saber lo que es correcto y consideran que corresponde encerrar de por vida a una madre horrible como ésta", apuntó el juez, en la lectura de la sentencia. Sin embargo, corresponde a la Justicia "no tratar de justificar", sino de "establecer unos hechos", desde una perspectiva jurídica, y en ese caso lo que se corresponde, a su parecer, es una condena por homicidio en los cuatro casos probados.

Las muertes de los recién nacidos se produjeron a partir de 2003, pero los cadáveres de los pequeños fueron hallados de manera fortuita en noviembre del año pasado, en una vivienda de la localidad bávara de Wallenfels donde había vivido la pareja.

Una persona alertó entonces a la policía del macabro hallazgo, tras encontrar restos humanos envueltos en toallas y bolsas de plástico en esa casa. Por entonces la pareja ya se había separado y la madre fue localizada en una pensión de otra población bávara, acompañada de otro hombre.

La Fiscalía pedía cadena perpetua, con la solicitud expresa de que la mujer pasara en prisión al menos 20 años -el tiempo máximo de permanencia en la cárcel en Alemania, a la práctica, para casos considerados especialmente graves-.

La defensa no presentó una petición concreta, pero consideró que no se trataba de asesinato, sino de homicidio y que su defendida actuó movida por el pánico a tener más hijos. El juicio contra la mujer se había abierto con una amplia confesión de ésta, a través de su abogado, en la que admitía haber matado a varios de los bebés, pero sin poder precisar a cuántos.

Su abogado explicó que tras cada parto envolvía la cabeza del bebé en una toalla y apretaba si notaba señales de vida, pero que no sabía en cuántos casos ocurrió exactamente; pudieron ser dos, tres o cuatro, señaló.

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