ETA

Condenan a 425 años de cárcel a la exjefa de ETA Soledad Iparraguirre 'Anboto' por el coche bomba de Mendizorroza en 1985

Soledad Iparraguirre 'Anboto', exjefa de ETA, ha sido condenada como autora de veinte delitos de asesinato en grado de tentativa, otro de tentativa de atentado contra agentes de la autoridad y un delito de estragos. El coche bomba no llegó a explotar porque fue desactivado por especialistas del TEDAX.

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La Audiencia Nacional ha condenado a 425 años de cárcel a la exjefa de ETA, Soledad Iparraguirre 'Anboto', por el atentado frustrado en Mendizorroza en 1985. En la nueva sentencia, la salacosidera probado que 'Anboto' fue la encargada de conducir el coche bomba que la abanda terrorista colocó el 19 de mayo de 1985 en el Estadio de Mendizorroza, en Vitoria.

Los magistrados de la Audiencia Nacional condenan a la exjefa de ETA como autora de veinte delitos de asesinato en grado de tentativa, otro de tentativa de atentado contra agentes de la autoridad y un delito de estragos por la colocación del vehículo, que no llegó a explotar gracias a la intervención de los especialistas del TEDAX.

Anboto, que acumula ya numerosas condenas por diferentes atentados, fue absuelta por estos hechos en marzo de 2021 en una sentencia que contó con un voto particular discrepante de un magistrado y que acabó siendo anulada por el Supremo, que ordenó repetir el juicio por un tribunal formado por magistrados diferentes.

La razón fue que, según constató el Tribunal Supremo, el tribunal que juzgó a Anboto por primera vez omitió "con una argumentación no racional" la valoración de una prueba de huellas dactilares que "para el fiscal, con fundamento objetivo, tenía un alto valor".

Anboto estuvo en el interior del coche bomba que fue aparcado en Mendizorroza en mayo de 1985

La Sala considera acreditado que Iparraguirre condujo el 19 de mayo de 1985 "el vehículo en cuyo maletero se había instalado un artefacto explosivo que fue dejado aparcado en la explanada" del Estadio de Mendizorroza, cerca de donde solían estar aparcados los vehículos policiales en los días de eventos deportivos, "dejando orientada la carga hacia las taquillas".

Respecto al informe que no fue tenido en cuenta en el primer juicio, el tribunal explica que se trata de cinco huellas que fueron archivadas como anónimas y que se cotejaron con las indubitadas de Iparraguirre.

La sentencia, que puede ser recurrida, otorga plena eficacia probatoria al informe, que ha sido sometido a contradicción en el juicio y cuyos resultados son concluyentes: "existen cuatro huellas de Soledad Iparraguirre en el volante del coche que estaba cargado con el explosivo. De esta manera existe prueba directa de que María Soledad Iparraguirre estuvo físicamente presente en el interior del vehículo, y que agarró el volante con cuatro de sus dedos".

Para dictar la nueva sentencia el tribunal también ha contado con el testimonio de colaboradores del comando Araba que identificaron a 'Anboto' como miembro del comando de ETA en Araba en 1985.

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