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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha confirmado que el instituto emisor de la eurozona comprará deuda soberana de los países de la eurozona. Ha añadido que "está en manos del Gobierno español solicitar ayuda" total o parcial para que la entidad compre deuda soberana española con el fin de que baje la prima de riesgo.

"Está en manos del Gobierno español solicitar ayuda"

El programa se ajusta "estrictamente a nuestro mandato" de velar por la estabilidad de los precios, ha dicho Draghi, al tiempo que ha subrayado que la entidad que preside actúa de manera "independiente". Pero para que el BCE pueda actuar, los políticos tendrán que avanzar con "gran determinación" en la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la creación de instituciones europeas.

Draghi ha señalado que también tienen que estar "preparados para activar los fondos europeos de rescate". De esta manera, ha recalcado que la entidad monetaria condiciona la compra de deuda soberana a los programas de ajuste macroeconómico completo o un preventivo -que es menos duro- de los fondos de rescate temporal y permanente y que se buscará la colaboración del Fondo Monetario Internacional a la hora de la supervisión.

Los países tienen que estar "preparados para activar los fondos europeos de rescate"

El italiano ha recalcado que una condición necesaria para que el BCE actúe en el mercado de deuda secundario es que los gobiernos acepten las "condiciones estrictas y efectivas" que van unidas a un programa de los fondos europeos de rescate, ya sea el Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) o el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), mecanismos que intervendrían en el mercado primario. El programa también se podría aplicar a países que están actualmente bajo un plan de rescate (Grecia, Irlanda y Portugal) cuando recuperen acceso a los mercados de bonos, ha explicado.

El banquero italiano ha precisado que el nuevo programa de compra de bonos soberanos que llevará a cabo la institución se concentrará en deuda con vencimientos entre uno y tres años, añadiendo que se dedicarán cantidades "sin límite" y que dichas compras serán posteriormente "esterilizadas por completo".

Asimismo, el banquero italiano ha indicado que se informará semanalmente de las cifras de este programa, además de confirmar que el BCE renunciará a su privilegio de cobro respecto al resto de acreedores privados. De este modo, el presidente del BCE ha informado de que la entidad ha decidido dar por terminado el anterior programa de compra de bonos soberanos (SMP).

"El euro es irreversible"

"Tenemos que estar en la posición de poder salvaguardar los mecanismos de transmisión en todos los países del euro", ha explicado. La compra de bonos permitirá a la eurozona "solucionar severas distorsiones en los mercados de bonos soberanos", que, ha agregado, se basan principalmente en "miedos infundados" por parte de los inversores respecto a la irreversibilidad del euro.

El presidente del BCE se ha dirigido a esos escépticos y a los que apuestan en contra de la moneda única para asegurar que "el euro es irreversible". Draghi ha asegurado que, para que el Banco Central Europeo pueda actuar en el mercado secundario, la institución monetaria contará con cortafuegos para evitar escenarios destructivos y posibles riesgos para la estabilidad de los precios.

Previsiones de crecimiento a la baja

Por otra parte, Draghi ha dicho que la entidad monetaria ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento para la zona del euro en 2012 y prevé una contracción del 0,4 %. El BCE prevé que la economía del área euro se contraerá en 2012 una media del 0,4 %, en un rango de entre el -0,6 y el -0,2 %, en comparación con el rango del -0,5 % y el 0,3 % previsto en junio.

Además, el BCE prevé que la economía de la zona del euro crecerá un 0,3 % en 2013, entre el -0,4 y el 1 %, frente al 0 y el 2 % previsto en junio.

Los tipos de interés, estables en el 0,75%

Paralelamente, el BCE ha decidido mantener estables los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,75%. De este modo, el instituto emisor de la eurozona se resiste a relajar aún más su política monetaria para estimular la recuperación de actividad económica, después de que la tasa interanual de inflación de la zona euro experimentara en agosto una subida de dos décimas respecto al mes anterior al alcanzar el 2,6%.

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