Fútbol

Sebastián Callejas, el árbitro de 10 años que ya pita en el fútbol boliviano

Erick Sebastián Callejas heredó la pasión de su padre y ya dirige encuentros amateur de su país. Mientras sueña con estar en un Mundial, los jugadores le alaban: "Ha nacido para ser árbitro".

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Entre campos de tierra, en la ciudad boliviana de El Alto, se está cociendo una estrella del fútbol. No, no es un jugador. Es un árbitro. A sus 10 años, Erick Sebastián Callejas ya dirige partidos de categoría amateur. Una pasión que le viene de familia: "Empecé por la inspiración y la curiosidad de lo que hacía mi papá". Fuera del campo es un niño, pero dentro de é se comporta como un adulto.

Su primera experiencia se remonta un encuentro de chicas en un pueblo cercano. Ramiro, su padre, formaba parte del trío arbitral y necesitaban un cuarto. "Le dijeron: '¿El pequeño puede arbitrar?' Y yo dije que sí", relata Erick Sebastián de su debut como colegiado. Ahora ya imparte justicia en partidos de fútbol amateur masculino, lo que probablemente le convierta en el árbitro más joven del mundo.

Lleva el arbitraje "en la sangre"

Desde entonces, padre e hijo van dando pasos juntos: "Sabía algo de las reglas porque también he jugado, pero él me han enseñado todo". Además, su madre tampoco pierde detalle cada vez que el pequeño se pone al frente de un partido. "Prueba tu silbato, hijo. A ver cómo suena", se le escucha decir. También le ayuda a colocarse la equipación que luce en los terrenos de juego de Bolivia.

"Sabía algunas reglas, pero mi padre me ha enseñado todo"

Erick Callejas, árbitro

"Los fines de semana voy a arbitrar con mi coleguita", presume Ramiro Callejas. Y cuándo expresa qué siente cuando ve a su hijo con el silbato, se conmueve: "Estoy muy orgulloso. Siento una emoción grande de que haya llevado el arbitraje en la sangre".

Halagos y sueños ambiciosos

Ver a Erick en un partido no deja indiferente a nadie. Todos los futbolistas le duplican o triplican en edad y tamaño. Sin embargo, recibe halagos de jugadores como Beimar Tancara: "No se deja intimidar por las personas que gritan en el público y dentro de la cancha. Se nota que tiene carácter". Él no duda en alabar su talento: "Creo que ha nacido para ser árbitro. Es muy bueno el chico".

"Ha nacido para ser árbitro, es muy bueno"

Beimar Tancara, jugador

Sus aspiraciones son ambiciosas. Cuando crezca, espera estar en "el clásico paceño (Bolívar contra The Strongest)" y aquellas competiciones que muchos sueñan jugar en vez de dirigir: "Quiero ser árbitro ser árbitro FIFA para poder ir al Mundial, Copa Libertadores, Copa América y la Champions".

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