Crisis Luis Rubiales

Rubiales justifica su beso a Jenni Hermoso: "Yo le dije '¿un piquito?' y ella me dijo 'vale'"

Luis Rubiales asegura que el beso con Jenni Hermoso fue mutuo: "Ella me subió en brazos y me acercó a su cuerpo". Explica el mandatario federativo en el beso no hubo "deseo ni posición de dominio".

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Luis Rubiales no dimite como presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Ha explicado ante la Asamblea extraordinaria de la RFEF su polémico beso a Jenni Hermoso: "Sobre el pico quiero dar mi explicación también y decir que quien vea el vídeo entenderá que ante 80.000 personas allí y ante millones de personas de manera televisada, ante mi familia e hijas... el deseo que tenía en ese beso era el mismo que dándole un beso a una de mis hijas. Ni más, ni menos. No hay deseo ni posición de dominio. Eso toda la gente lo comprende también. Aunque se esté vendiendo otra cosa en los medios, tanto los que rinden pleitesía a Tebas como los que brindan pleitesía al falso feminismo, que es una gran lacra en este país".

Cuenta que el beso fue consentido: "En el momento en el que apareció Jenni ella me levantó a mí del suelo y me cogió de las caderas y las piernas. Al dejarme en el suelo, nos abrazamos. Ella me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. Nos abrazamos y le dije que se olvidara del penalti. Ella me contestó y me dijo 'eres un crack'. Y yo le dije: "¿Un piquito?". Y ella me dijo que 'vale'. Ella dijo que era una anécdota y demás. De la anécdota se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender", ha explicado Luis Rubiales.

Su gesto a la entrepierna

El mandatario federativo también ha justificado su gesto obsceno al tocarse la entrepierna en el palco tras la final del Mundial femenino: "Quiero dar las gracias a todos los mensajes que he recibido de apoyo. Hay mucha gente que, aunque silenciada, me está apoyando. Yo diría más que en contra. Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que ocurrió en el palco, cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo. Voy a proceder a explicarlo mirando a Jorge Vilda".

Y en ese punto ha abundado mirando directamente al seleccionador nacional: "Hemos pasado mucho estos años. Te han querido hacer a ti lo mismo qeu ahora me están haciendo a mí; un discurso falso tratar de transformarlo en verdad. Hemos sufrido y tragado mucho, pero hemos estado juntos. Fíjate, me emocioné tanto hasta el punto de perder el control y llevarme las manos ahí. Al ganar el Mundial tu primera reacción fue girarte al palco y dedicártelo. En ese momento te hice esa señal de 'olé tus huevos', con perdón. Tengo pedir disculpas a la reina y a la infanta y a todo aquel que se haya sentido ofendido porque es un gesto poco edificante. Nunca me había comportado así, la emoción era grande pero no me justifico. Perdón".

"No voy a dimitir"

"Aquí no se trata de hacer justicia, se está ejecutando un asesinato social. A mí se me está tratando de matar. Tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos. Desde hace cinco años van a por mí con todo, por tierra, mar y aire. Decenas de querellas, denuncias en los juzgados... Siempre son los mismos [...] Estoy sufriendo una cacería. ¿Es tan grave como para que yo me lleva habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español? Les voy a decir algo: no voy a dimitir. ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?".

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