Los jugadores de la Real Sociedad celebran el gol de Oyarzabal contra el Barcelona

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LIGA BBVA JORNADA 32 | REAL SOCIEDAD 1 - 0 BARCELONA

La Real Sociedad se hace fuerte en Anoeta contra el Barcelona y enciende la Liga

La Real Sociedad volvió a hacerle la vida imposible al Barcelona y consiguió la victoria ante los azulgranas para encender la Liga. Oyarzabal, el autor del gol, y Rulli, que paró todo lo parable, fueron los protagonistas de un partido en el que los de Luis Enrique no encontraron la manera de quitarse de encima la maldición de Anoeta, donde no ganan desde 2007.

Rulli. Así se puede resumir la derrota, la nueva derrota, que ha sufrido el Barcelona en Anoeta. Otra vez la Real Sociedad ha noqueado a los azulgranas, otra vez el feudo 'txuri urdin' se mantiene como inexpugnable para los catalanes. Otra vez tres puntos que se van. Y otra vez que conforme se acerca el final de la Liga más se abre el torneo. Los de Luis Enrique han caído, de nuevo, ante los vascos por 1-0 con un gol de Oyarzabal que permite soñar a Atlético y Real Madrid con levantar el trofeo de la regularidad.

Y es que es pisar Anoeta y atascarse el juego de los barceloneses. Ya quizá sea más mental que real, pero no pueden, o quizá no sepan, batir a la Real Sociedad. Desde 2007 sufren el 'mal de Anoeta', un mal que les anula. Uno que hace que no sean capaces de trenzar jugadas, de crear apenas peligro y de sumar de tres en tres. Sin Luis Suárez, Rulli fue una auténtica muralla para los azulgranas, sobre todo en una segunda parte en la que la salida de Andrés Iniesta por un desaparecido Rafinha dio aires nuevos a los de Luis Enrique.

Claro que en los primeros 45 minutos no sólo el 12 estuvo ausente. Casi todo el once que puso en juego el asturiano estuvo desaparecido. Arda no estuvo, Busquets no estuvo, Piqué no estuvo... y tampoco estuvieron ni Messi ni Neymar. El que sí estuvo fue Oyarzabal, que con un tremendo testarazo batió a Claudio Bravo para desesperación de la hinchada azulgrana que se dio cita en Anoeta y que vio el duelo desde la televisión.

El gol 'txuri urdin' fue el justo premio a un mejor juego. A un fútbol quizá no tan vistoso pero igualmente efectivo y eficaz también contra un Barça sin apenas ideas. Contra uno que volvió a tener la posesión, la posesión lenta sin fluidez ni verticalidad que permitió a Geronimo Rulli vivir con tranquilidad total bajo su arco. Sin apenas armas para superar la bien colocada, trabajada e intensa zaga realista, un 1-0 fue el mal menor que se llevaron los de Luis Enrique. El mal mayor fue la sensación de que otra vez se iban a ir de vacío.

Esa sensación fue poco a poco desapareciendo... conforme aparecía Rulli. El arquero argentino fue un semidios en Anoeta. Lo paró absolutamente todo. Estuvo seguro en las salidas, en los balones aéreos que de vez en cuando buscaban a un Piqué desacertado, y también se convirtió en un felino cuando Messi trató de batirle mostrando grandes reflejos. La Real defendía, lógicamente, pero no descartaba una contra con un Carlos Vela que a pesar de que no está tan rápido como en temporadas anteriores fue un buen 'pivote' a la hora de dar respiro a la exigida defensa del cuadro de Eusebio.

Otra vez lo lograron. Otra vez detuvieron a un Barcelona que lleva dos derrotas consecutivas y que ve cómo su espectacular ventaja queda reducida a tres puntos con el Atlético y a cuatro con el Real Madrid, teniendo eso sí ganado el 'golaverage' a ambos equipos. Seis jornadas quedan, y quién sabe si al final se le van a terminar haciendo largas a un equipo que hasta hace un par de semanas se veía casi con la Liga en la mano.

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