La Guardia Civil ha desarticulado una banda que operaba desde Lanzarote e introducía desde esta isla a todo el archipiélago. Eran canarios y utilizaban métodos mafiosos. Llegaron a secuestrar y torturar a uno de sus compañeros por haberse quedado con parte de la mercancía. Hay 10 detenidos.
Es parte de la operación Corraliza con la que la Guardia Civil ha desarticulado una banda dedicada a introducir hachís desde Marruecos en lanchas neumáticas como esta. Después la distribuían en Gran Canaria y Tenerife con camiones o coches con doble fondo. La investigación se inició hace casi un año.
Y es que la mayoría eran canarios. En los registros los agentes intervienen 30.000 euros en efectivo, un arma simulada y 370 kilos de droga. Pero manejaban mucha más. De hecho acusaron a uno de sus compañeros de robarles 800 kilos de hachís y le secuestraron.
Auténticos métodos mafiosos. El secuestrado logró escapar, pero los agentes supieron que iban a volver a secuestrarlo. Eso les hizo actuar. Hubo incluso una persecución de un coche.
Las 10 detenciones evitaron la introducción de un importante cargamento de hachís en Canarias.
