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EN GRAN CANARIA

Persecución policial tras un conductor de camión

Tras una discusión, el conductor salió a toda velocidad chocando con otros vehículos

Detenido el conductor de un camión de reparto que tras una discusión, se subió al vehículo y empezó a arollar todo lo que se encontraba a su paso. Miguel Noya, la policía tuvo que disparar al camión para lograr detenerlo.

Son imágenes de momentos después de la detención del camión tras la complicada persecución de la policía. A primera hora de la mañana el conductor iniciaba su reparto en esta tienda de la capital. Y ya no hacía ninguno más. Las panaderías comienzan a llamar a la sede de la empresa para saber qué pasa. No dan con el camión hasta las 3 de la tarde en otro punto de la ciudad. Tras una discusión, que según ha podido saber Antena 3 podría haber sido con un familiar, el camión va a toda velocidad chocando con todo a su paso. Avisan a la policía y se le intenta detener en esta zona de la Gran Canaria 2, pero el conductor da la vuelta y huye. La policía se pone en lo peor.

Le dan alcance en Cuesta Blanca, cerca de Hoya Andrea y Almatriche. Aquí los agentes intentan detenerlo de varias maneras.

Tiran entonces del último recurso, disparando a las ruedas y al depósito. En la pared de este taller hay huellas de lo que parece un impacto de bala.

Tiroteo en pleno barrio de la ciudad, ante el asombro de los vecinos.

Habían conseguido parar el camión. Ahora faltaba detener al conductor. No lo puso fácil.

El camión queda parado en una curva en dirección contraria, con las ruedas destrozadas y el combustible por el suelo. Al lado, dos de los 3 coches de la policía que quedaron seriamente afectados por la persecución. A pesar de la complicada persecución sólo se han producido dos heridos leves de coches que recibieron golpes del camión mientras huía. El conductor, detenido, está siendo examinado en la planta de psiquiatría del hospital. Pasará a disposición judicial en las próximas horas, previsiblemente, con una buena lista de acusaciones a sus espaldas como consecuencia de un día de furia desatada.

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