Rafael Bornia, nacido en Puerto del Rosario en Fuerteventura, está considerado uno de los mayores narcotraficantes de España. Su nombre en clave era el Kaiser y durante años dirigió una de las mayores redes de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de dogras de toda Europa. Se le incautaron 53 propiedades inmuebles entre Madrid, Málaga y Gran Canaria valoradas en 150 millones de euros, 21 vehículos de alta gama, 31 sociedades mercantiles en lugares como Panamá o Belice y más de 60 cuentas corrientes con 20 millones de euros. El total, la cocaína incautada en varias operaciones habría alcanzado un valor 350 millones de euros en el mercado negro.
Bornia se sienta hoy, de nuevo, en el banquillo de los acusados. En esta ocasión se le acusa de intentar introducir en el archipiélago más de 42 kilos de cocaína, ayudado por otros tres imputados. A pesar de que las defensas han intentado invalidar las pruebas, entre ellas la actuación de un agente policial infiltrado, la presidenta de la Sala ha desestimado estas peticiones. Rafael Bornia se ha negado a contestar las preguntas del Fiscal.
Más de tres horas han dedicado las partes a las cuestiones previas a la vista. Las defensas pedían acaloradamente y con profusión de datos la nulidad tanto de las escuchas telefónicas presentadas como pruebas como la actuación de un agente policial encubierto que fue clave para la detención de los imputados.
El Fiscal, por su parte ha criticado duramente la exposición de los letrados, calificándola de insultante y falta de respeto.
La Presidenta de la Sala ha desestimado estas peticiones, aunque sí ha admitido que se incluyeran nuevas pruebas y que el agente encubierto no declarara en la primera sesión. Sí que lo ha hecho Rafael Bornia, que se ha negado a contestar a las preguntas del fiscal y sólo ha respondido a cuestiones de la defensa acerca de su relación con el resto de imputados.
