Una jarra de cerveza

Publicidad

UNA BEBIDA CON NUMEROSAS PROPIEDADES BENÉFICAS

¿Qué tal una cervecita?

La cerveza no es una bebida más: es un alimento que, tomado en cantidades apropiadas, puede suministrar al consumidor ingredientes con propiedades refrescantes, nutritivas y funcionales. Además de natural, es saludable.

Son muchos los estudios que demuestran que la cerveza es una bebida que, además de natural, es saludable. Su elaboración incluye componentes naturales como son el lúpulo, cereales malteados y agua. No contiene grasas y aporta vitaminas, minerales y otras sustancias con propiedades funcionales, por lo que su consumo puede incluirse en cualquier dieta equilibrada.

En definitiva, la cerveza no es una bebida más: es un alimento que tomado en cantidades apropiadas  puede suministrar al consumidor diversos ingredientes con propiedades refrescantes, nutritivas y funcionales. Una cerveza con 5º de graduación alcohólica aporta 46,7 Kcal. por cada 100 gr (las mismas que un zumo de naranja). Una cerveza 'sin', sólo 27 Kcal (menos que la leche desnatada que aporta 36 Kcal por 100 gr).

Evidentemente no supone un aporte calórico excesivo si te toma con moderación y sin las tradicionales 'tapas' que nos aportan muchas más calorías que la propia cerveza. Además la tecnología nos ha proporcionado la cerveza sin alcohol, que enriquece aún más los beneficios de este alimento al privarnos de las calorías 'vacías' del mismo. He aquí algunas de las sustancias y propiedades de la cerveza:

Alcohol. El consumo (moderado) de alcohol tiene efectos positivos para el organismo, siempre que se trate de individuos adultos y  sanos, que no consuman fármacos con los que el alcohol pueda interferir, aumenta el colesterol asociado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL) o también llamado 'colesterol bueno'.

Aporte de minerales y beneficios durante la menopausia. Destacan el fósforo, el potasio, magnesio y el silicio (es una buena fuente de silicio asimilable por el organismo, esencial en procesos de calcificación, de  aquí que se recomiende el consumo de 2 vasos de cerveza al día, mejor sin alcohol, durante la menopausia).

Ácido fólico y aporte vitamínico. El consumo de un tercio de cerveza aporta un 10% de fósforo y vitaminas solubles del grupo B, como la riboflavina (B2), que facilita la digestión, piridoxina (B6), niacina, folatos y ácido fólico, y tiamina (B1). El ácido fólico nos protege de la anemia  megaloblástica y malformaciones en la médula espinal. El consumo de una cerveza al día cubre el 10-15% de las necesidades diarias de esta vitamina.

Maltodextrinas. Gracias a ellas se está extendiendo hoy en día la cerveza como un alimento ideal para deportistas, especialmente después de un esfuerzo prolongado. La cerveza contiene un 3,5 % de estos azúcares, una fuente energética excelente para deportistas. Las maltodextrinas se metabolizan lentamente y no provocan los picos de glucosa y hormonas derivados de la ingesta de otros azúcares de asimilación rápida,es decir evitan hipoglucemias y mareos.

Polifenoles. Antioxidantes naturales que participan potencialmente en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción del envejecimiento del organismo.

Fibra. El consumo de cerveza aporta una importante cantidad de la ingesta recomendable de fibra soluble, y puede complementar el aporte de fibra de la dieta mediterránea.

Además es un alimento permitido en dietas hiposódicas, ya que la cerveza tiene un bajo contenido en sodio. Por lo tanto, con cierta moderación (1 o 2 'cañas' al día , sin alcohol si queremos que nos aporte menos calorías), podemos incluir la cerveza como parte de una dieta mediterránea, variada y saludable.

Publicidad