Equipos de rescate busca supervivientes en Ecuador

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VIVE EN PEDERNALES, UNA DE LAS LOCALIDADES MÁS GOLPEADAS POR EL TEMBLOR

Milagros, el bebé que nació apenas unas horas antes del terremoto en Ecuador

La catástrofe que azotó la costa norte de Ecuador, donde murieron 659 personas, también dio lugar a una nueva vida.

Nació solo horas antes del terremoto y, aunque su madre todavía no le ha puesto nombre, todos en el albergue la llaman Milagros, porque consideran prodigioso que el mismo día en que llegó al mundo se convirtiera en superviviente de la catástrofe que azotó la costa norte de Ecuador, donde murieron 659 personas. La pequeña duerme en el regazo de su madre, Yajaira Altafulla, de 23 años, quien vive con su otra hija y su esposo en el albergue establecido en la escuela 31 de marzo, a las afueras de Pedernales, una de las localidades más golpeadas por el temblor, que dejó en esa ciudad 166 muertos y destruyó 2.500 casas a mediados de mes.

Operarios trabajan en Ecuador
Operarios trabajan en Ecuador | Getty
Equipos de rescate busca supervivientes en Ecuador
Equipos de rescate busca supervivientes en Ecuador | Getty

"Ahora estamos un poco apretaditos", comenta Yajaira, y es que la suya y otras siete familias duermen sobre colchones tendidos en el suelo de una de las aulas de la escuela, que acoge a 60 familias (281 personas en total) según explica la coordinadora del albergue, Ana Reina, funcionaria del Ministerio de Inclusión Económica y Social, a cargo del recinto.

Reina y el resto de su equipo, formado por seis personas, se ocupan de recibir a los nuevos damnificados que llegan en busca de techo y de atender el funcionamiento de las instalaciones, que cuentan con vigilancia policial y donde se han instalado duchas separadas para hombres y mujeres. Uno de los 'huéspedes' es Eduardo Andrade, de 35 años, quien también se instaló con su esposa y sus tres hijos en este albergue tras el terremoto, que le dejó en estado de shock, según comenta.

"Ahora estoy mejor. Estaba un poco traumado", y recuerda que la aterradora sacudida le sorprendió en la entrada del club social en el que trabajaba, hoy reducido a escombros, como gran parte de la ciudad. Él y un amigo huyeron a la carrera al notar el temblor y se situaron en el centro de la calle, donde vieron "cómo caían todos los edificios" a su alrededor, mientras observaban que el piso se levantaba con ellos encima y esquivaban muros que caían a su alrededor.

"Solo en películas había visto algo así", comenta con la mirada perdida al recordar aquel interminable minuto del 16 de abril a las 18.58 horas (23.58 GMT), cuando sobrevino la tragedia que hoy enluta a su país. Andrade dice que en el albergue él y su familia están bien, pues reciben alimentos, agua y medicamentos, si los necesitan, y además tienen un lugar donde dormir, pero quiere tener su propia casa y está dispuesto "a trabajar de lo que sea" para rehacer su vida.

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