Los funcionarios malasios estudian las fosas encontradas

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Malasia propone convertir los campos de tráfico humano en atracciones turísticas

El ministro malasio de la Oficina del Primer Ministro ha propuesto reconvertir en una atracción turística los campamentos clandestinos utilizados por presuntos traficantes humanos hallados la semana pasada cerca de la frontera con Tailandia. El objetivo es que se vea "todo lo que pasa" y disuadir de estas actividades al aumentar el tránsito de personas en la zona.

El ministro malasio de la Oficina del Primer Ministro, Shahidan Kassim, propuso reconvertir en una atracción turística los campamentos clandestinos utilizados por presuntos traficantes humanos hallados la semana pasada cerca de la frontera con tailandia, informan hoy medios locales. "Dejemos que los turistas vean todo lo que pasa. Con ello como nuevo punto turístico lograremos disuadir las actividades del trafico humano" ya que habrá un mayor tránsito de personas en la zona, declaró al diario "The Star" el ministro, quien también ocupa el puesto de jefe en el Consejo de Seguridad Nacional.

Hace una semana, Malasia informó del hallazgo de 28 campamentos y 139 tumbas en el norteño estado de Perlis, en la jungla que cubre la frontera que Malasia y Tailandia comparten. Los restos humanos descubiertos podrían pertenecer a víctimas de tráfico humano, buscadores de asilo o inmigrantes, la mayoría pertenecientes a la etnia musulmana rohinyá perseguidos en Birmania (Myanmar) y bangladesíes que huyen de la pobreza.

El Sudeste Asiático atraviesa una crisis de inmigrantes indocumentados desde que Tailandia decidió actuar contra las mafias de traficantes de personas, tras descubrir un campamento clandestino en el sur del país con decenas de tumbas a principios de mayo.

"Las estructuras de los campamentos reflejan experiencia", apuntó el malasio quien visitó ese lunes el más grande, con una capacidad estimada en 600 personas, se encontraron con una mezquita, una casa para el imán, una granja de vegetales y muchas estructuras más.

Tras la actuación de las autoridades, unos 3.000 inmigrantes han desembarcado en Indonesia o Malasia, países que se han comprometido a acoger a todos los inmigrantes en alta mar siempre que la comunidad internacional se comprometa a reubicarlos en el plazo de una año. Unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladés y Birmania hacia Tailandia, Malasia e Indonesia durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Según estimaciones de la ONU, unas 2.600 personas seguirían atrapadas en alta mar en el golfo de Bengala. El domingo, las autoridades malasias indicaron que la Marina detectó tres barcos sospechosos de transportar inmigrantes indocumentados en el estrecho de Malaca.

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