El presidente de Taiwán, Ma Ying-jeuo, saluda a su homólogo chino, Xi Jinping

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PRIMERA REUNIÓN DESDE 1949

Histórico apretón de manos entre los presidentes de China y Taiwán

Los presidentes de China y Taiwán han puesto fin este sábado a más de seis décadas de distanciamiento y han protagonizado un histórico apretón de manos en Singapur, escenario neutral de una reunión que abre una nueva página en las relaciones bilaterales. China ha ofrecido a Taiwán una postura abierta y pragmática a algunas peticiones taiwanesas, como una mayor presencia internacional, si la isla rechaza el independentismo y se mantiene fiel al consenso con Pekín.

Los presidentes de China y Taiwán, Xi Jinping y Ma Ying-jeou, iniciaron una histórica reunión, la primera que mantienen los dirigentes de ambos territorios desde su separación en 1949. Xi y Ma se estrecharon la mano durante un minuto ante las cámaras de cientos de informadores, a los que luego saludaron, antes de retirarse para una discusión a puerta cerrada en un hotel de lujo en Singapur.

China ofreció a Taiwán una postura abierta y pragmática a algunas peticiones taiwanesas, como una mayor presencia internacional, si la isla rechaza el independentismo y se mantiene fiel al consenso con Pekín. En declaraciones a la prensa tras la reunión entre los presidentes chino y taiwanés, Xi Jinping y Ma Ying-jeou, respectivamente, un responsable chino afirmó que "podemos acceder a cooperar en todo si se mantiene el consenso de 1992", en el que se estableció el principio de una China aunque con diferentes interpretaciones por ambas partes.

En concreto, y sobre el objetivo taiwanés de una mayor presencia internacional, como en organismos de la ONU, "si se acepta el consenso de 1992 se puede hablar de todo de forma pragmática", aseguró Zhang Zhijun, responsable de la Oficina de Asuntos de Taiwán en el Consejo de Estado (Ejecutivo) chino.

Taiwán, que solo mantiene relaciones diplomáticas con 22 Estados de todo el mundo, lleva años intentando ingresar como observador en organismos técnicos de la ONU (donde solo está representada China), pero necesita que Pekín retire su bloqueo.

Zhang también recalcó que China está dispuesta a "compartir" los frutos del desarrollo económico con Taiwán, pero insistió en que la isla rechace veleidades independentistas.  "El independentismo es malo para Taiwán y los taiwaneses deberían unirse para rechazarlo", insistió. Zhang rechazó además de forma implícita la interferencia externa (Estados Unidos es el garante de la seguridad taiwanesa) al afirmar que "los hermanos chinos tienen la capacidad y la sabiduría de resolver sus problemas".

El responsable chino valoró positivamente la celebración de esta primera cumbre entre ambos líderes, que "abre una nueva página" en la relación bilateral después de la separación de Taiwán en 1949 tras la victoria de los comunistas de Mao Zedong en la guerra civil china. "El desarrollo pacifico de los lazos es inevitable y el futuro es brillante", subrayó. A menos de dos meses de las elecciones presidenciales y legislativas del 16 de enero en Taiwán, la líder y candidata del Partido Democrático Progresista (PDP, de inspiración independentista), Tsai Ing-wen, es la favorita unánime de los sondeos.

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