Cristiano Ronaldo y Leo Messi

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Los dos jugadores protagonizarán el duelo con más morbo del partido

Cristiano-Messi: Clásico de titanes

En lucha perpetua por el cetro de mejor jugador del mundo y en pugna constante por ver quién consigue antes un nuevo récord; así han vivido y viven Cristiano Ronaldo y Messi, dos purasangres en cuyos lomos cabalgan los dos mayores transatlánticos del fútbol español. Para regocijo de la pelota, ambos coincidirán en espacio y tiempo en el primer Clásico de la temporada, el de este sábado en el Bernabéu (18:00 horas).

Extraterrestres, cracks, talentos, fenómenos, portentos, máquinas, imparables, incontrolables, animales, depredadores, bestias… No basta con bucear por las profundidades del mar de palabras que componen el diccionario de la RAE para poder sustantivar y adjetivar a jugadores como Cristiano Ronaldo y Leo Messi, o Leo Messi y Cristiano Ronaldo –tanto monta, monta tanto-. Cualquier vocablo resulta nimio a la hora de ponderar en su justa medida tamañas figuras futbolísticas. Tal vez porque, ya saben: un gol vale más que mil palabras. Por ahí, por los goles, se comprueba objetivamente la omnipotencia de ambos.

Este sábado vuelven a verse los rostros los dos mejores y más completos futbolistas del planeta. El Bernabéu será testigo de excepción de otro partido, el de Cristiano contra Messi, que por momentos llega a resultar igual de importante que el que disputan paralelamente sus respectivos equipos. Es el otro Clásico, un duelo siempre trascendental. Es lo que tienen los Madrid-Barça, que cada vez que llegan parece que trajeran consigo el fin del mundo: es el Clásico o la vida.

De récord en récord
Si Cristiano y Messi manejasen los hilos de sus destinos, probablemente los moverían para llegar a EL partido en la condición que exhiben actualmente: excelsos desde el tazón de cereales hasta el vaso de leche de antes de dormir, encaran el Madrid-Barça con récords recién conseguidos o a punto de lograr.

Cristiano, que anotó por primera vez en su carrera en Anfield el pasado miércoles, se convirtió ante el Levante en el primer jugador de la historia en marcar 15 goles en las primeras 8 jornadas ligueras. Messi, por su parte, tiene ya afilado el lápiz con el que se escribe en el libro de la historia: está a un solo gol de igualar -y a dos de superar- el récord de goles del mítico Telmo Zarra, a día de hoy máximo anotador histórico de la Liga.

Pocos deportistas casan tan cómodamente en el “las quimeras imposibles de otros eran mi rutina” del maestro Sabina.

Los dueños del Clásico
Ambos son especialistas en Clásicos. Messi simboliza a la perfección que comer en casa de tus suegros no tiene por qué resultar tan traumático como un cruce de gato negro por la noche. El argentino llega al Bernabéu, observa, juega y golea. Traslada, además, idéntico modus operandi al Camp Nou. No en vano, sumando los goles en casa y fuera, es el máximo goleador de los clásicos (21 tantos).

No le va a la zaga Cristiano, que hace tiempo le tomó la medida al Barça y raro es el Clásico en el que no le hace un traje. En el Bernabéu buscará su 14º gol contra el eterno rival.

Cómodos como nadie en la trinchera del gol, siempre andan dispuestos a desenfundar fusil y aniquilar al rival. Por eso el gol es sinónimo de garantía cuando están metidos en el ajo. Esto es lo que espera de este pulso a todo poder de dos jornaleros del gol que no escatiman en magia: lo práctico y lo plástico. Será, una vez más, un Clásico paralelo, el Clásico de Cristiano y Messi. Un clásico de titanes.

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