Alexander McQueen tenía en el momento de su muerte una fortuna de unos 18 millones de euros, de los cuales, dejó 57.000 euros a sus perros. Pero la mayoría de su millonaria fortuna fue a parar a las causas benéficas en las que él estaba más implicado. Entre las más beneficiadas se encuentra la organización benéfica Sarabande, con el fin de que ésta ayude con becas a estudiantes de la escuela de diseño Central St Martins, donde el diseñador estudió.
También han salido beneficiadas la asociación benéfica dedicada a la prevención del sida The Terrence Higgins Trust, un hogar para gatos y perros abandonados y el centro budista de Londres, que recibirán 113.000 euros cada una.
Además, en su testamento se acordó de Marlene y César García, el matrimonio que cuidaba de su casa, por su "largo y fiel servicio" y a los que dejó 57.000 euros. Entre los miembros de su familia beneficiados en su testamento se encuentran sus hermanos, su ahijado y todos sus sobrinos, que recibirán unas cantidades que oscilan entre 57.000 y 283.000 euros.
Alexander McQueen, se convirtió en una de las figuras más importante de la moda mundial. Murió tras colgarse en su casa del exclusivo barrio de Mayfair de Londres después de que hubiera ingerido un cóctel de cocaína, somníferos y tranquilizantes. La investigación sobre su fallecimiento determinó que su suicidio fue consecuencia de una depresión motivada por el trabajo y la muerte de su madre.
