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HASTA 60.000 CLAVELES ROJOS Y BLANCOS

Emoción y flores de las falleras en honor a su Virgen

El manto de la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados, se llena de color con la Ofrenda de flores, uno de los actos más emotivos de las Fallas. Más de 100.000 falleros, falleras y músicos le dedican devoción y alguna que otra lágrima.

El diseño del manto de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, ha empezado a cobrar vida con los 60.000 claveles rojos y blancos que miles de emocionadas falleras han depositado a sus pies, en el primer día de la Ofrenda, uno de los actos más multitudinarios de las Fallas. Arropadas por el sol primaveral, las comisiones falleras de Valencia y su área metropolitana han iniciado su peregrinaje desde diferentes puntos de la ciudad hasta la Basílica, donde emocionadas y, en muchos casos, con incontenibles lágrimas, dejan sus ofrendas florales a la virgen. Serán más de 100.000 falleros, falleras y músicos los que en total participen en este sentido acto, que cerrarán la fallera mayor infantil de Valencia, Claudia Villodre, y su corte de honor.

En estos dos días los ramos de claveles rojos y blancos, aunque también alguno rosa, confeccionarán el diseño del manto que lucirá la Virgen los próximos días y que este año lleva por título "El árbol de la vida", en la que sus creadores han querido plasmar la esencia de la vida. Se trata de una creación floral, por tercer año consecutivo, de Marisol Burgos, que ha contado con la colaboración técnica de Josete Santaulalia y la coordinación de José García, en la que el dibujo se formará sobre un fondo blanco, con filigranas de color rojo salpicadas de detalles rosas.

A lo largo del recorrido por las calles de la ciudad, el foco de atención de turistas y espectadores han sido los pequeños falleros, que alegres y sin perder el ritmo de sus bandas de música, mostraban su mejor sonrisa para ser inmortalizados con cámaras de fotos, móviles y vídeo cámaras. Entre piropos y aplausos que emergían entre la gente, se ha visto desfilar a bebés de pocos días en brazos de sus padres, a pequeños en carros, a personas mayores, incluso en sillas de ruedas y a familias enteras que, con devoción, rendían plegarias a la Geperudeta, el apelativo cariñoso de su patrona.

A pesar de que esta año la Ofrenda no ha coincidido con un día festivo, miles de valencianos y turistas no se han perdido la cita anual con esta tradición fallera, a camino entre el desfile cívico y el acto religioso. La llegada frente a la patrona marca un preciso ritual en el que entran en escena los cincuenta vestidores de la Virgen que con una perfecta sincronización en cadena recogen los ramos de las falleras, los organizan por colores y los lanzan a los compañeros que están en lo alto del catafalco para que los pongan en su sitio del bastidor. Este año, los vestidores lucen brazaletes negros por el fallecimiento de un joven compañero hace pocos días en un accidente de moto en Valencia.

El día ha empezado movido con la caída del remate de la falla Cuba-Literato Azorín, que alcanza los 24 metros de altura, sobre el resto del monumento aunque no se han producido otros daños y la jornada ha continuado con sus actividades programadas. Este martes desfilarán el resto de las casi cuatrocientas comisiones y será cuando la fallera mayor de Valencia, Carmen Sancho, ya de madrugada ponga el colofón a la jornada con su ofrenda antes de asistir al esperado castillo de fuegos artificiales de la Nit del Foc. A partir de entonces, el diseño que decora el manto de la Virgen quedará totalmente desvelado y durante los próximos días será objeto de visita y admiración.

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