La misteriosa desaparición de Carlos coincide con la llegada a Bangkok de la nueva cónsul: Verónica, la antigua amante de Luis. Viene con instrucciones claras: terminar con las investigaciones abiertas por el embajador y taparlo todo antes de que salpique más aún la deteriorada imagen de la misión diplomática.
Ester se siente a gusto trabajando con
Roberto. Las atenciones de éste y la ausencia de Carlos conducen la relación hacia
lo inevitable. Mientras tanto, Fátima descubre que Eduardo ha comenzado a mover
los papeles para preparar un futuro divorcio. Decide adelantarse y, con la
ayuda de uno de los abogados de Eduardo, consigue las claves para entrar en las
cuentas de su marido.