Euskal Feria

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GERARDO TECÉ

Euskal Feria

@gerardotc , Modelo y actriz. Ser humano y mejor persona. Comenta el segundo capítulo de 'Allí Abajo'

Volvía la otra noche de la feria de abril en taxi. Qué cantidad de gente, ¿eh? Pues sí, mucha gente. Antiguamente esto no era así, me decía el taxista, esto era una feria de ganado fundada por un vasco y un catalán, me contaba. Llegué a casa y busqué en la Wikipedia, fuente de sabiduría casi tan infalible como los taxis, y la Wikipedia coincidía de lleno con lo que el taxista me contaba.

Uno piensa en un vasco y un catalán en la feria y se imagina al despeñamadres paseando por las casetas

Uno piensa en un vasco y un catalán en la feria y se imagina al despeñamadres que ha salido de la Clínica Híspalis un rato para darse un paseo por las casetas. A la feria de abril, le diría Iñaki al mismo taxista que me acercó a casa la otra noche, y el taxista le preguntaría que a qué parte. No sé, a donde las casetas, diría el vasco, y el taxista se reiría. Eso es como ir a Nueva York y decir que le lleven a donde los rascacielos, le diría, y ante la duda lo dejaría en la portada. Allí Iñaki se encontraría probablemente con un grupo de diez japoneses haciéndose un selfie con el palo mientras pasan los coches de caballo.

Después de buscar en el GPS del móvil la dirección de la caseta que le ha recomendado su vecino de habitación Benjumea y comprobar que Gitanillo de Triana o Joselito el Gallo, aunque sean calles que solo existan durante una semana al año y no sean realmente calles, aparecen en el Google Maps, Iñaki se plantaría ante el portero de la caseta recomendada y tendría una conversación parecida a esto en la entrada: Buenas tardes. Buenas tardes,  ¿tiene invitación, caballero? No, el señor Benjumea me ha dicho que… ¿Quién es Benjumea? Un paciente de la clínica que… Mire, sin invitación de un socio de la caseta no puede entrar. Pero el señor Benjumea…  Vista la cara de agobio, el portero finalizaría la conversación diciéndole que si quiere puede pasar un momento para ir al baño o lo que necesite, pero que sin invitación no puede quedarse. El despeñamadres se diría a sí mismo que cagüen sos, que ya que ha llegado hasta ahí, y ahí significa Andalucía, Sevilla y como símbolo máximo del ideario vasco del folclore, hasta la puerta misma de una caseta de la feria de abril, cómo no entrar a echar un ojo, aunque sea a echar un pis para tener historia que contarle a los coge setas.

Dos horas después, como en un salto temporal , Iñaki el despeñamadres, con su camisa de cuadros, compartiría botella de manzanilla y baile con un grupo de desconocidos, de los cuales alguno le diría entre brindis y brindis: Urdangarín, ¿ te gusta la feria? ¿Sí? ¿Pues tú sabes que esto lo inventó un vasco?

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