La presión popular impide, de momento, que los hijos de Isabel Monrós viajen a México con su padre

En Alboraya, Valencia, Isabel Monrós lucha por no perder a sus hijos. Un auto judicial obliga a Isabel a devolverle los niños a su padre, que vive en México. Más de 300 vecinos se congregaron en la puerta del domicilio familiar para evitar que el padre se llevara a los pequeños. Lo consiguieron, aunque solo es una victoria parcial.

Joaquín Escolano, padre de los niños, se personó en le domicilio familiar para hacerse con los crios. Acompañado por la Guardia Civil y su abogado y avalado por las sentencias judiciales, Joaquín intentó que los pequeños se fueran con él, pero ellos tampoco querían acompañarle. A gritos decían que es maltrataba y que no querían dejar a su madre. Ataques de ansiedad, nervios a flor de piel y la necesaria intervención de los servicios sanitarios para intentar calmar la situación. Finalmente, a la una del mediodía, el padre abandona escoltado la vivienda. La orden judicial se aplazaba por la presión social y el estado de los menores.

El abogado del padre, ha declarado a Espejo Público que se ha "instrumentalizado" esta sentencia al tiempo que ha pedido respeto a las decisiones judiciales. "Un estado de derecho se basa en el cumplimiento de las sentencias. El procedimiento no lo ha iniciado el padre, sino la abogacía del Estado", asegura. Tambien ha criticado que se haya metido a los niños de por medio. "Los niños tienen que estar al margen y no se les puede dar un megáfono para que participen en algo de lo que deben ser ajenos".