"Siempre pensé que algo había fallado y mi sorpresa ha sido cuando me he dado cuenta de que esta investigación ha sido muy deficiente. Nos enteramos por la prensa que el caso se había sobreseido", asegura Valentín Ramos a Espejo Público. El padre del pequeño Miguel ha realizado una reclamación al Ayuntamiento por esta investigación, a sus ojos "deficiente y parcial" de la muerte de su hijo. "Algo falla cuando en el informe solo se recoge los testimonios de los miembros de la carroza". En esa reclamación, Valentín vincula la muerte de su mujer a la de su hijo. "Mi mujer murió solo tres meses después por un infarto, pero es claro que si mi hijo no fallece, mi mujer tampoco". Valentín se aferra a su hija de 10 años para encontrar fuerza para seguir adelante, según confiesa a Espejo Público. "Ella es mi verdadero apoyo".
La conclusión a la que llegó el juzgado de instrucción tras recibir el atestado de la policía local determinó que el accidente se había debido a una concurrencia de culpas y a varias circunstancias sin ningún responsable en particular. Los agentes que investigaron la muerte del pequeño Miguel remitieron un informe al juez en el que consideraron que sí hubo suficiente seguridad alrededor de la carroza pero que fue inevitable el atropello.
La policía no logró ninguna imagen ni vídeo del momento de los hechos y para realizar el atestado se basó en el testimonio de 2 personas. Ninguno de los dos vieron lo que sucedió en el momento de ocurrir. Estas declaracioines, según la familia, son demasiado vagas y contradicen el testimonio de otros 4 asistentes a la cabalgata que aseguran que no había tanto personal de seguridad y que la carroza, se echó, literalemente encima del público. El conductor, tal y como refleja el auto del juez, dio negativo en las pruebas de alcoholemia, no llevaba una velocidad superior a la de un peatón y su documemntación y la del vehículo estaba en regla. Por tanto, sólo habría incurrido en una falta levísima dice la jueza.
Sin embargo, según la investigación llevada a cabo por la familia del pequeño sí se produjeron errores evitables. El conductor, al parecer no tenía el permiso de circulación para llevar ese tipo de vehículos y el todoterreno no tenía la ITV. Además, al parecer, carecía de la estructura que cubre la parte baja de la carroza. Los testimonios que apoyan el atestado de la policía local son, personas que estaban en la carroza y personal del propio dispositivo de seguridad. Declaraciones, que, según la familia no son suficientes para aclarar lo sucedido. Unos hechos, según el padre, con un único responsable. El ayuntamiento de la ciudad.