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Mujeres en el Espejo

Fuencisla Clemares: "El liderazgo femenino es más inclusivo"

Ocupa uno de los tronos tecnológicos de España y es una de las mujeres más influyentes. Fuencisla Clemares, directora general de Google España y Portugal, de su librería escoge 'Dispara, yo ya estoy muerta', de Julia Navarro y de la gran pantalla 'La Lista de Schindler'. Le gusta escuchar y cantar en familia el 'No puedo vivir sin ti' en la versión de El canto del loco, aunque también disfruta con la de Coque Malla. Su inspiración, sin duda, su abuela. Dice de ella que era una mujer muy moderna y muy avanzada para sus tiempos. Tiene 47 años, 3 hijos y adora la pintura de Sorolla y destaca de él los 14 lienzos que cuelgan de las paredes de la Hispanic Society of America, en Nueva York. De hecho nos cita en el Museo que tiene el pintor en Madrid. Un lugar al que le gusta ir con un café y un libro," un remanso de paz en plena ciudad", asegura.

Pregunta.- Pero un museo como este es lo más alejado de la tecnología digital con la que usted trabaja a diario...

Respuesta.- Pero eso no quiere decir que no podamos digitalizar la cultura. El primer museo del mundo que digitalizamos fue El Prado, un museo español, porque es un proyecto que nació en España.

P.- ¿Sabe cuántas búsquedas aparecen con su nombre?

R.- No

P.- Treinta y tres mil

R.- (Se ríe) Ya son búsquedas

P.- ¿Y sabe cuál es la principal sugerencia de búsqueda junto a su nombre?

R.- No

P.- “Fuencisla Clemares marido” ¿eso es un micromachismo?

R.- Pues lo que hace el buscador aquí es recoger lo que está buscando la sociedad, es decir, es fiel reflejo de lo que lamentablemente a la sociedad le interesa sobre mí, que es información sobre mi marido, parece ser...

P.- ¿Qué busca Fuencisla?

R.- Lo busco todo, pero en la vida, yo al final lo que busco es muy sencillo, es la felicidad.

P.- Usted siempre ha estado rodeada de hombres porque es la pequeña de cuatro hermanos, ¿cómo es eso en el trabajo, donde el hielo se puede romper con temas muy masculinos, como puede ser el fútbol?, ¿le gusta el fútbol?

R.- Me encanta el fútbol, pero claro eso lo he adquirido en casa. Creo que entre hombres eso ha hecho que luego en el trabajo me sienta bien y me sienta cómoda. Pero también tengo que reconocer que hay momentos muy duros, cuando estás en una sala y tienes a los hombres con la testosterona subida, hablando y hablando cada vez más alto, pues como mujer nosotras a veces nos hacemos pequeñitas sin poder hacernos oír, que nuestra voz se escuche en determinadas mesas no es nada fácil.

P.- ¿Qué cambia en una empresa cuando ha llegado usted?

R.- El liderazgo femenino, yo creo que es complementario al masculino. Tenemos en general un liderazgo más participativo, más inclusivo.

P.- En el mundo en el que usted trabaja, pasa un poco al contrario que en otros sectores: que hay muchas menos mujeres abajo pero muchas más mujeres han llegado a puestos directivos.

R.- Esto no es casualidad. Esto es porque las empresas tecnológicas han apostado por la diversificación donde la mujer se siente más incluida, se siente más capacitada de dar lo mejor de sí misma y de llegar hasta arriba. Yo creo que eso demuestra que en España hay talento y que cuando se adaptan las culturas corporativas a los procesos de gestión de recursos humanos y de carreras, las mujeres llegan arriba.

P.- Tuvo un desarrollo en su carrera meteórico: llegó muy pronto a puestos de dirección muy altos, ha sido muy valiente porque ha hecho varios cambios de puesto de trabajo embarazada de cinco meses. Esto no es algo frecuente…

R.- En mi caso, como dice el refrán, los hijos siempre venían con un pan debajo del brazo. Cada vez que estuve embarazada tenía una oferta de trabajo, lo que es absolutamente excepcional. En el primer caso no me cambié, pero con mi segundo hijo y con mi tercera hija, las dos veces me moví. Pero tengo que decir que no es fácil, el esfuerzo que hay que hacer es fuerte.

P.- ¿Se puede dirigir una empresa tan grande y al mismo tiempo educar tres hijos?

R.- Se puede, con el apoyo adecuado. Cuando hablo del apoyo adecuado, es que mi marido colabora tanto como yo en la educación de nuestros hijos y realmente hay una corresponsabilidad y eso es cosas de dos. Siempre digo que esto es un equipo.

Clemares no pierde la sonrisa. Habla con pasión de su trabajo y aún más de su familia y termina nuestra charla con esta reflexión sobre la situación de la mujer en la actualidad: “Yo creo que hemos mejorado mucho, pero todavía queda muchísimo por hacer: representación de mujeres en equipos directivos y en órganos de dirección, mucha más corresponsabilidad entre hombres y mujeres que permita carreras más equitativas. Luego las mujeres como colectivo vulnerable: creo que al final son las que siguen sufriendo las violaciones, la trata de blanca y creo que eso son cosas que no deberíamos permitir que sucedieran”.

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