Jeff Dahmer guardaba la cabeza y los genitales de una de sus víctimas en su taquilla del trabajo

Hace unas semanas Netflix estrenó la serie de Ryan Murphy que relata el horror que ocasionó a finales de los años 80 y principios de los 90 el asesino en serieJeffrey Dahmer.

Desde 1978 hasta 1991 el llamado Monstruo o Caníbal de Milwaukee acabó con la vida de 17 hombres y adolescentes hasta que lo detuvieron gracias a que su última víctima, Tarcy Edwards, pudo escapar con vida.

Ahora, más allá de la serie protagonizada por Evan Peters la plataforma de streaming estrena este 7 de octubre un documental llamado 'Conversaciones con un asesino: Las cintas de Jeffrey Dahmer' donde te muestra, en los tres episodios de los que consta, las grabaciones que hay del asesino en la cárcel.

Dahmer se caracterizaba por, no solo acabar con la vida de sus víctimas, también las mutilaba y conservaba junto a él. Jeff Dahmer los guardaba primero en la casa de su abuela, donde vivía en una principio, y después en un apartamento al que se trasladó a vivir solo.

Pero no siempre actuó así. De esta forma se cuenta en el documental que el asesino guardaba la cabeza y los genitales de una de sus víctimas en su puesto de trabajo.

El Monstruo de Milwaukee tuvo varios trabajos a lo largo de su vida, trabajos que acabó perdiendo por su extraña forma de actuar. Uno de ellos fue en una fábrica de chocolate donde, parece ser, tenía algunos restos de Anthony Sears de 26 años, a quien estranguló en la casa de su abuela el 25 de marzo de 1985 después de conocerlo en el bar gay La Cage de Milwaukee.

"Se quedó con la cabeza completa, no solo con el cráneo, y también conservó sus genitales y los puso en un recipiente hermético. Y lo guardó en su taquilla en la fábrica de chocolate donde trabajaba", explica el Dr. Park Dietz, el psiquiatra forense de la acusación durante el juicio.

"Esto era más seguro que tenerlo en la casa de la abuela, donde alguien podría tropezar con él", explica el médico.

Además, podemos escuchar como la abogada de Dahmer, Wendy Patrickus, le pregunta al asesino en serie si se quedó con esas partes como si fuera un "compañero".

"Era solo una cuestión de tratar de preservar lo que me quedaba", responde. "Espero que se seque y se mantenga como lo hizo en vida, pero no funcionó de esa manera".

"En ese momento era bastante obvio que ya no se parecía a Tony. Estaba todo arrugado", termina diciendo sobre por qué tenían esas conductas.

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