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BETTY VE TELENOVELAS

¿Por qué hay que conocer a 'La Señora Fazilet y sus hijas'?

Desde que las historias turcas llegaron a España, hemos conocido a grandes protagonistas. A Fatmagül. A Sila. A Feriha. A las madres de 'Madre'. A Bihter. Todas ellas han sido mujeres fuertes, valientes y luchadoras. Todas han peleado con uñas y dientes por aquello en lo que creían. Ahora llegan tres nuevas mujeres a las pantallas de Nova. Son la señora Fazilet y sus dos hijas, Hazan y Ece, y una vez más, conquistan toda nuestra atención a la par que intentan conquistar un lugar en el universo Egerem.

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Fazilet, reconquistar el pasado conquistando el futuro de su hija

La gran protagonista de esta historia es, sin duda, Fazilet, la matriarca de la familia. ¿Cómo describirla? Pese a que las comparaciones son odiosas, podría decirse que es una extraña combinación entre la Mukaddes de 'Fatmagül' y Fatma de 'Amor prohibido'. ¿Por qué? Porque aspira a vivir como una reina en una de las perlas del Bósforo gracias a la belleza de su hija y no le importa el precio que haya que pagar por ese objetivo.

Nazan Kesal interpreta brillantemente uno de esos personajes complejos, que crees conocer a la perfección desde el primer segundo, pero que consigue sorprenderte de la forma más inesperada. Es evidente que Fazilet es una mujer ambiciosa, que aspira a una vida muy distinta a la que tiene y que no duda en utilizar la belleza de su hija para escalar social y económicamente. Desde ese punto de vista es una mujer fría, que no tiene reparo en utilizar a su hija para conseguir sus objetivos.

Además, esa sensación de mujer insensible se reafirma cuando vemos cómo trata a Hazan, su otra hija. La trata con tal desdén que hasta nos llegamos a plantear si de verdad llevará su sangre. ¿Cómo es posible que cuide como la más frágil de las piezas de cristal a Ece mientras que para Hazan solo hay críticas y reproches?

Sin embargo, debajo de esa capa de avaricia y resentimiento, asoman algunas rendijas de sensibilidad. Cuando Hazan se hiere, está sinceramente preocupada, aunque oculte esa angustia bajo la frivolidad de si quedará o no cicatriz.

Pese a que acabamos de conocerla ya sabemos que Fazilet tiene muy claro su objetivo y que ya tiene perfectamente definido su plan para conseguirlo. Es más, tiene dos planes de actuación. El plan A pasa por convertir a Ece en el rostro más bello de Turquía. El plan B pasa por cruzar la puerta dorada de la mansión Egemen.

¿Cuál de los dos planes resultará más productivo? ¿Se conformará Fazilet con ser la madre de la estrella y el ama de llaves o aspirará a más? ¿Una vez que suba el primer escalón cuál será su siguiente movimiento? Cuando logre la posición soñada, ¿se reconciliará consigo misma y con la vida o seguirá acumulando rencor por el tiempo pasado? ¿Cómo evolucionará su relación con sus hijas? ¿Tolerará Ece todos los tejemanejes de su madre o se rebelará? ¿Descubriremos en algún momento por qué es tan distante con Hazan?

Ece, el futuro brillante que no brilla

Si Fazilet es el eje central de esta historia, Ece (Afra Saraçoğlu) es el centro de la vida de Fazilet. Todo gira en torno a su belleza, a su estilismo, a su pelo, a su maquillaje y a su brillante futuro. Ece aspira a ser el rostro más bello de Turquía y objetivamente tiene muchas posibilidades de serlo.

Pero el problema no está en que Ece pueda ser o no la imagen de los cosméticos Egerem. El problema es que no sabemos qué quiere Ece. ¿Quiere ser famosa como planea Fazilet? ¿Quiere el anillo que le ofrece Yasin? ¿Quiere las dos cosas? ¿Ninguna?

Y lo peor es que parece que a nadie le importa. Solo su hermana le pregunta qué quiere y Ece no tiene respuesta. A veces quiere ese sueño que le ofrece su madre. A veces quiere ese futuro planeado con Yasin.

Por ahora, sólo tenemos claro que Fazilet con su continua presión solo ha conseguido humillarla y hacerla llorar. Mientras, Yasim parece ser el único que la hace sonreír, aunque sus celos ya la han disgustado más de una vez.

Así pues, a estas alturas aún no sabemos si compadecernos de Ece por ser una marioneta en manos de su madre o enfadarnos con ella por tolerar que otros muevan los hilos de su vida.

Entonces, ¿ese futuro brillante que no consigue brillar es lo que quiere Ece o Ece lo quiere porque es lo que quiere Fazilet? ¿Es una víctima de su madre o es su cómplice? ¿Quién tendrá más influencia en Ece? ¿Su madre o su novio? ¿Tiene Ece una opinión propia o simplemente se deja llevar? ¿Será capaz de brillar como sueña su madre? ¿Está preparada para un posible fracaso?

Hazan, la hija invisible

Es indudable que Ece brilla cada vez que aparece en pantalla, pero no logra ensombrecer la presencia de su Hazan (Deniz Baysal). Son hermanas. Las dos son hijas de Fazilet (o eso parece). Pero son la noche y el día. Si Ece vive mirándose en el espejo para perfeccionar una genética generosa, Hazan se mira buscándose a sí misma. Porque Hazan parece no encontrar su lugar en la familia. Es más, Hazan siente que es invisible.

Todos los mimos, cariños y atenciones de Fazilet hacia Ece se convierten en reproches, críticas y ofensas hacia Hazan. ¿De verdad las dos son hijas de esta mujer?

Hazan siente que su madre no la ha querido o, al menos, que no la ha querido como a su hermana. Y las evidencias lo confirman. ¿Será porque Hazan se está mostrando como la más sensata y realista de la familia? ¿Será porque

intenta que Ece deje a un lado los sueños de fama para que se centre en los estudios? Quiere un futuro para su hermana, pero un futuro real y tangible basado en su formación y no en su cara.

Si Ece no es clara, Hazan es un auténtico misterio. ¿De dónde viene esa aversión a verse como una “muñeca”? ¿Tiene su origen en la falta de cariño maternal? ¿De dónde viene esa gélida relación con su madre?

Yağiz y Sinan, la cara y la cruz de los Egemen

Si las hijas de Fazilet son completamente opuestas, dos de los herederos de los Egerem no se quedan atrás.

Sinan (Alp Navruz) es el claro ejemplo de rico y frívolo heredero. Vive la vida como le viene en gana sin pensar en las consecuencias. Que su novia formal sufre un ataque de histeria porque él se ha ido de fiesta con dos chicas, no pasa nada. Él se va al gimnasio y ya se encargarán otros de resolver la situación.

Fiesta, gimnasio y mujeres es su filosofía de vida. Sinan gusta. Lo sabe y, además, le gusta gustar. Parece que esa es su única ocupación, pero su buena suerte está llegando a su fin. Su padre se ha hartado de su actitud y le ha puesto un “hasta aquí hemos llegado”. ¿Se adaptará Sinan a sus nuevas circunstancias o decepcionará las expectativas de su familia?

Si Sinan es un dolor de cabeza para los Egemen, Yağiz (Çağlar Ertuğrul) es el hijo modelo. No solo es quien lleva el peso de los negocios, sino que también es el pacificador oficial de los problemas familiares. Es el orgullo de los Egerem, aunque, por ahora, es todo cuanto sabemos porque es un auténtico libro cerrado y ese misterio que lo rodea lo hace aún más interesante. ¿Lograremos abrir ese libro y conocer al auténtico Yağiz? ¿Nos gustará lo que descubramos?

Cruce de caminos

Ya sabemos que Hazan tiene especial interés en Sinan, aunque él apenas se ha dignado a mirarla. Es más ella ha renunciado a parte de sus principios y ha pasado por las hábiles manos de su hermana en cuestión de peinado, maquillaje y estilismo sólo reunirse con él. Porque, sinceramente, ¿por qué ha ido Hazan a ese hotel? ¿Para proteger a su hermana o para tener la oportunidad de que Sinan la vea?

El problema ha sido que el Egerem que ha aparecido no es quien esperaba. Y aquí surgen nuevos interrogantes. Todo parecía indicar que entre Hazan y Sinan va a surgir "algo" en algún momento, pero ¿ha sido una mera coincidencia que el primer capítulo de esta historia termine justo cuando Hazan y Yağiz se encuentran? ¿Es una señal de que lo que parecía obvio puede no serlo? ¿Será Hazan un motivo de discusión entre los dos hermanos? Si es así, ¿quién tiene más posibilidades? ¿El mujeriego vividor o el empresario responsable?

Los otros Egerem

Hay otros personajes a los que no podemos perder de vista porque que ya han conseguido intrigarnos desde el primer momento. Son Yasemin y Gökhan, los otros Egerem.

Si Yağiz ninguneado. Es más, de no ser por su mujer pasaría completamente desapercibido. Y es precisamente Yasemin quien promete regalarnos grandes momentos. Su pasado como modelo de ropa interior provoca que no termine de encajar en su prestigiosa familia. De hecho, las ofensas e indirectas se suceden una detrás de otra, pero ella no se queda atrás y contraataca con el "arma que tiene en los labios" (su suegro dixit). ¿Conseguirá Yasemin hacerse respetar como señora Egemen? ¿Cómo será la vida en la gran mansión con Yasemin y Fazilet bajo el mismo techo?

En definitiva, esta historia presenta a unos personajes que ocultan más de lo que muestran así que habrá que estar muy pendientes para descubrir cómo son en realidad y, sobre todo, para comprobar si consiguen sus respectivos objetivos. ¿Logrará Fazilet vivir como una reina? ¿Logrará Ece ser el rostro más bello de Turquía? ¿Logrará Sinan hacerse respetar por su familia?

Y, desde luego, no podemos perdernos ni un detalle de cómo evolucionarán las diferentes relaciones que se establecerán. Hay ya tres frentes abiertos muy interesantes.

Primero, la relación entre Fazilet y sus hijas. ¿Logrará Hazan que su madre la vea igual que a su hermana? ¿Podrá Fazilet seguir manejando a Ece a su antojo?

Segundo, la relación de Fazilet con los Egemen. ¿Logrará hacerse con un lugar en la casa? ¿Se conformará con ser el ama de llaves o aprovechará que el puesto de señora de la casa ha quedado vacante para seguir escalando?

Tercero, la posible relación entre Sinan, Hazan y Yağiz. ¿Cómo se repartirán los papeles de galán y tercero en discordia?¿Tendrá Ece algún lugar en ese triángulo o se mantendrá al margen?

Por lo tanto, son muchas las razones para conocer a 'La señora Fazilet y sus hijas'.

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