RELAJACIÓN Y BIENESTAR

¿Para qué sirve el mindfulness? El control de la consciencia, según la OCU

En los últimos años, este concepto ha aparecido en publicaciones, centros, empresas o colegios. Ha llegado a occidente, pero son pocos los que se ponen de acuerdo a la hora de definir qué es el mindfulness y para qué sirve. ¿Una creencia? ¿Una práctica? La OCU dice esto sobre ello.

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Son muchos los espacios donde el mindfulness ha aterrizado en los últimos años. Puedes encontrar menciones de ello en publicaciones, centros que imparten cursos e incluso, ha llegado al ámbito académico y laboral. Un concepto que proviene de la filosofía oriental y que se ha traducido al castellano como "atención plena". Sin embargo, son pocos los que se han puesto de acuerdo para definir con exactitud de qué se trata exactamente el mindfulness.

No es fácil encontrar una definición única de este concepto. Algunos lo definen como una forma de meditación, otros lo señalan como una actividad y varios tantos dicen que se trata de un estadoanímico. En definitiva, sería algo así como diferentes formas, como la realización de determinados ejercicios, para alcanzar un estado de atención plena mientras llevamos a cabo actividades cotidianas como comer, dar un paseo o leer un libro, entre otras.

Pero, ¿Qué dice la Organización de Consumidores y Usuarios sobre el mindfulness? En NovaMás te contamos las alternativas qué tienes, para qué sirve su práctica y qué dice la ciencia sobre estos ejercicios.

El objetivo de su práctica

El objetivo del mindfulness es aumentar el nivel de consciencia propia sobre las sensaciones físicas, mentales y emocionales. Un resultado final que requiere focalizar y mantener la atención sin juicios sobre la experiencia que se está realizando en ese momento y espacio. Además de promover actitudes de aceptación, tolerancia y curiosidad.

De esta manera, aquellos que la practican buscan alcanzar un mayor grado de conocimiento y gestión de las emociones y los pensamientos. En esta línea, según explica la OCU, nos podemos encontrar con dos opciones para alcanzar este objetivo: una práctica aislada u otra integrada en alguna terapia.

Dos opciones para relajarse

Cuando nos adentramos en la practica del mindfulness nos encontramos dos opciones. La primera se trataría de la clásica y tradicional decisión que tomas cuando quieres iniciarte en cualquier cosa. La práctica general a la que se puede acceder a través de centros específicos y la impartición de cursos. Esto sería lo más habitual.

Sin embargo, por otro lado, nos encontramos determinados programas o psicoterapias basadas en objetivos y programas de actuación específicos que tiene el mindfulness. Terapias cognitivo-conductuales como la terapia de aceptación y compromiso o la dialéctico-comportamental. Es decir, programas estructurados desarrollados por un psicoterapeuta especializado que cuenta con mayor evidencia científica. Pero, ¿Qué dice la ciencia?

Contradicciones científicas

La evidencia científica es contradictoria debido a que los estudios realizados sobre el mindfulness son de baja calidad y los resultados no proporcionan confianza. Sus conclusiones son que no existe una definición única y se desconoce su naturaleza, mecanismos y los perfiles más aptos para realizar su práctica. Ni siquiera se conocen los posibles riesgos que podría conllevar realizar determinados ejercicios.

En definitiva, falta de información e investigaciones que provocan contradicciones y una enorme falta de confianza en los estudios que sí existen.

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