ENTREVISTA
Hablamos con Eme de Amores antes de su boda con Muna: "Nunca me he imaginado vestida de novia"
Eme de Amores y Muna se casan este 19 de julio en Granada. Hemos hablado con ella para que nos cuente todos los detalles: cómo fue organizar la boda sin haberla soñado nunca, el vestido con corsé, la lista de canciones prohibidas y por qué no habrá influencers.

Publicidad
Eme de Amores y Muna se conocieron en LinkedIn en plena pandemia. Cinco años después, están a punto de darse el "sí, quiero". La boda será el próximo 19 de julio en Granada, en una celebración que promete mezclar la estética y sensibilidad de la generación Z con las tradiciones más clásicas.
En NovaMás hablamos con Eme sobre los nervios, los preparativos y cómo están viviendo estos días previos a uno de los momentos más importantes de sus vidas.
- ¿Eras de las que soñaba con su boda desde pequeña?
Todo lo contrario. Siempre dije que no me casaría, que no quería hijos, que eso de las bodas no era para mí. De pequeña incluso le decía a mis padres que una boda me parecía de todo menos divertida. Nunca fui esa niña que tenía claro su vestido de novia o que jugaba a imaginar cómo sería su gran día.
De hecho, cuando Muna me pidió matrimonio, fue una sorpresa total. Estaba muy enamorada y me hizo muchísima ilusión, pero al día siguiente me desperté y pensé: "¿Y ahora qué? Yo nunca me he imaginado vestida de novia". Ni siquiera sabía en qué ciudad me gustaría casarme. Todo era nuevo para mí.
- ¿Cómo ha sido entonces organizar una boda sin tener una idea previa?
Al principio fue complicado, porque no tenía ninguna referencia. Y eso que he ido a muchísimas bodas: la de mis padres tuvo más de mil invitados y de pequeña llevé las arras en muchas ceremonias familiares. Pero nunca presté atención a los detalles y, claro, me arrepentí un poco.
Hace poco fui a una boda y me di cuenta de todas las cosas que me faltaban por pensar. Hay mil decisiones pequeñas que forman parte de una boda y que ni se me habían pasado por la cabeza.
- ¿Ha sido difícil entonces encajar todas esas piezas?
Sí, ha sido más complicado de lo que pensaba. Menos mal que contamos con la ayuda de nuestras wedding planners, Instante Weddings, que son una maravilla. Nos han guiado en todo, sobre todo en el tema de los tiempos, que era lo que más nos costaba controlar.
Una de las cosas que más nos sorprendió fue descubrir que organizar una boda con un año y medio de antelación era tarde. Yo pensaba que iba con tiempo, pero cuando fuimos a reservar sitios ya estaban todos cogidos. Resulta que hay gente que empieza a preparar su boda ¡con tres años de antelación!
- ¿El lugar de la boda fue fácil de decidir?
La verdad es que no. Queríamos casarnos en un sitio con vistas a la Alhambra, pero cuando empezamos a mirar ya estaban todos ocupados. Al final elegimos otro lugar, que es precioso, aunque me queda esa espinita clavada. Pero no pasa nada, porque el sitio que tenemos sigue siendo espectacular.
- ¿Qué podemos saber del vestido de novia?
Tenía muy claro que quería algo diferente, que me representara. Desde pequeña me he sentido como la oveja negra, iba diferente, hacía vídeos en YouTube... Así que mi vestido no podía ser uno cualquiera. Enseguida supe que quería que lo hiciera una diseñadora muy disruptiva con la que siempre me he sentido identificada, y también que llevaría corset.
No quería seguir la tendencia actual de vestidos sueltos y minimalistas. Pensaba: si te vistes de novia, tienes que sentirte princesa. Mi vestido tenía que ser especial, icónico, un diseño que yo misma quisiera guardar como prenda de archivo. Me hace ilusión pensar que algún día, si tengo hijas o nietas, puedan heredar ese vestido.
- ¿Cómo se equilibra una boda tradicional con el estilo de la generación Z?
Ha sido un poco mezcla de todo. Aunque tengamos un estilo más alternativo y trabajemos en redes, para mí una boda es una boda. Me quiero casar por la iglesia, tener copa de espera, cena sentados y luego fiesta. Pienso también en los invitados mayores, por eso, por ejemplo, habrá un grupo de versiones, Los Tocayos, que tocarán desde canciones de toda la vida hasta algo de Estopa o Melendi.
Es una boda muy Gen Z, sí, pero sin olvidar que hay que cuidar a todos los públicos. Al final, queremos que la gente se lo pase bien, que disfrute y que se sienta cómoda.
- ¿Habéis estado de acuerdo en todo Muna y tú?
En casi todo, sí. Tenemos gustos parecidos y eso ha ayudado mucho. Es verdad que las bodas en general nos dan un poco de cringe, hay cosas que no van con nosotros. Por ejemplo, hay canciones que están muy trilladas en las bodas Millennial y que nosotros no queríamos ni de broma. A Thousand Years, la de Crepúsculo, fue totalmente prohibida.
"Me ha tranquilizado mucho saber que no existe la boda perfecta"
También nos daba mucha vergüenza la típica entrada de los novios con todos agitando las servilletas. O la canción de Sarà perché ti amo, que ahora se lleva mucho. Nos horrorizaba. Por eso hemos hecho una lista de canciones prohibidas. Nos daba miedo que nuestra boda pareciera un meme.
- ¿Has recibido ayuda o consejos por parte de tus seguidores?
Muchísimos. Me han mandado mil consejos, pero lo que más me ha servido es que todos coinciden en lo mismo: el día de la boda, algo va a salir mal. Y no pasa nada. Una chica me dijo que se olvidaron el libro de firmas, otra que los anillos les quedaban grandes... Me ha tranquilizado mucho saber que no existe la boda perfecta.
- ¿Tenéis planeada una preboda?
Sí, el día anterior. Queríamos algo informal, así que alquilamos un bar en Granada y haremos algo sencillo, con amigos. Estuvimos a punto de hacer algo con vistas a la Alhambra, pero sentimos que sería como otra boda antes de la boda.
Y otra cosa curiosa es que no va a haber influencers invitados. Eso ha sorprendido a mucha gente, pero para mí una boda es algo íntimo, aunque haya 300 invitados. Son personas cercanas: mis amigas de siempre, mi familia. No es que no me lleve bien con influencers, pero no sentía que tuviera sentido invitar por compromiso.
También he visto en otras bodas que al final hay líos por fotos indebidas, vestidos repetidos… No quería que pasara eso.
- Teniendo un salón de uñas, ¿ya sabes cómo vas a llevarlas?
¡Pues aún no! Me las hago esta semana y sigo sin tenerlo claro. Estoy entre una francesa clásica, algo con nuestras iniciales o incluso pintármelas rojas. Es curioso, porque siendo mi propio salón, todo el mundo espera algo especial, y eso me genera un poco más de presión.
Creo que el vestido ya es muy protagonista, así que igual opto por algo más sencillo. Lo mismo con el maquillaje y el peinado, no quiero nada exagerado. Y hay un detalle que me emociona mucho: llevaré el velo de mi madre, el mismo que usó en su boda, y eso me hace especial ilusión.
- Y, para terminar, ¿cómo llevas los días previos? ¿Muchos nervios?
Más Celebrities
-
El vídeo en el que Ana Peleteiro se entera de que está de nuevo embarazada: "Me costó mucho aceptar la realidad"
-
El emotivo mensaje de Paty al recordar el baile con su padre, Quique Sánchez Flores, el día de su boda
-
Jimena, la hija de Adriana Abascal, cumple 18 años: ¿seguirá los pasos de su madre en la moda?
Muchísimos. Estoy nerviosa a todas horas, pero también muy ilusionada. Nos vamos una semana antes a Granada para poder instalarlo todo con tranquilidad y bajar un poco las revoluciones antes del gran día.
Publicidad