Así se limpian las manillas de las puertas

La puerta de entrada a casa o a cualquier otra estancia es lo primero que ven nuestros invitados. Tienen que estar limpias y, si puede ser, brillantes. Pero no solo es importante la puerta en sí, sino los tiradores que nos permiten abrirla.

No es solo cuestión de estética, desde la pandemia somos mucho más conscientes de todos esos elementos que tocamos sin prácticamente darnos cuenta: los botones de los ascensores, las barandillas de las escaleras y las manillas de las puertas son algunos ejemplos.

Si quieres causar una buena impresión y preservar la higiene en tu hogar, debes mantener en buen estado los tiradores de las puertas de tu casa porque a veces nos pensamos que están picados, oxidados, ennegrecidos por el paso del tiempo, pero en realidad lo único que tienen es mugre.

En este artículo te explicamos cómo dejarlos como nuevos de una manera tan sencilla que no podrás creértelo. Lo hemos descubierto en el perfil de Instagram de Yolanda Herrera (@yolandahl_15 ). Sigue leyendo.

Un buen estropajo

Podemos ver que la creadora de contenido empieza a limpiar los tiradores de su puerta con un estropajo que está a medio camino de una nana -esos históricos estropajos que parecen de alambre para arrancar la suciedad más incrustada en los culos de las sartenes o en el fondo de las ollas- y los de espuma.

Se trata de un estropajo jabonoso de acero. Un producto indispensable si quieres conseguir todas las ventajas del estropajo de aluminio, pero sin los desperfectos que estos ocasionan -porque suelen rallar el mental que limpian-.

Crema blanca de limpieza

Algo indispensable para que las manillas queden relucientes es el producto con el que se deben limpiar. En el vídeo de Yolanda podemos ver cómo utiliza una crema de limpieza que se llama The Pink Stuff.

Este producto tiene muy buenas críticas, pero puedes encontrar otros similares en la misma plataforma de ventas online como La fantástica piedra blanca original o como esta otra, La auténtica piedra de arcilla blanca.

Puedes utilizar este producto para limpiar los tiradores de las puertas y que queden relucientes, pero sirve para sacarle brillo a todo el hogar. Funciona muy bien sobre la carpintería de aluminio, por lo que tus ventanas, grifería, lavaderos y apliques metálicos del baño, por ejemplo, parecerán nuevos.

Lo puedes usar también para la vitrocerámica, la mampara de la ducha y la porcelana de la bañera.

Frotar, enjuagar y secar

Se comienza aplicando con un estropajo jabonoso la crema blanca de limpieza y frotando bien toda la superficie de la manilla para desprender todos los residuos de óxido y suciedad que hayan podido incrustarse con el uso.

Después se debe retirar todos los restos del producto con una bayeta -si puede ser de microfibra y nueva, mucho mejor- y, posteriormente, se seca bien con un papel de cocina, dado que el papel del que está compuesto elimina alguna rebaba de producto que haya podido quedar y le da brillo.

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