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Así es cómo debes limpiar una freidora para eliminar de manera efectiva la grasa

Eliminar de manera efectiva la grasa de una freidora puede ser complicado. Sin embargo, con este método te quedará como nueva. Aquí te lo contamos.

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La freidora es uno de los aparatos de cocina más cómodos, ya que es capaz de cocinar alimentos en tiempo récord. Solo tenemos que introducir los alimentos en aceite bien caliente, y del resto se encarga ella.

Sin embargo, lo que no es tan rápido y sencillo es limpiarla. La cantidad de grasa que queda después de retirar el aceite puede ser muy complicada de eliminar de forma efectiva. En el vídeo te contamos cómo hacerlo correctamente de forma más visual.

Pasos a seguir para limpiar por completo la freidora

Lo primero es retirar el aceite y reciclarlo en una botella, ya que te puede servir para otra ocasión. A continuación, extraemos la cesta de la freidora y la introducimos en el lavavajillas en un programa intensivo. Si no cuentas con lavavajillas, podrás hacerlo a mano con abundante agua caliente. Esto último es importante, ya que si la temperatura es alta, la grasa se ablanda y será más fácil retirarla con la ayuda de un estropajo y jabón para platos.

Cuando hayamos hecho esto, llenamos la freidora con agua y vinagre. La encendemos, cerramos la tapa y activamos la opción que utilizamos para freír como lo hacemos habitualmente. Después, solo habrá que esperar 10 minutos, algo más si está muy sucia.

Cuando se complete este tiempo, dejamos que se enfríe durante 5 minutos y vaciamos el contenido. Ahora simplemente tendrás que pasar un paño húmedo por las paredes de la freidora y retirar la grasa que se haya podido resistir. De esta forma, conseguirás una limpieza profunda de tu freidora y quedará lista para volver a usar de nuevo.

Consejos para utilizar una freidora

Aunque la limpieza de la freidora es esencial, también lo es utilizarla correctamente. Apunta los siguientes consejos:

No intentes freír mucha cantidad de alimento a la vez. Intenta freír entre 150 y 200 gramos de alimentos por litro de aceite.
Filtra el aceite después de cada uso para evitar que queden trozos de alimentos flotando en él, ya que estos restos favorecen a la oxidación del aceite.
Puedes evitar que los alimentos absorban mucho aceite cortando trozos grandes y no utilizando demasiados productos congelados porque bajan la temperatura del aceite.
Ten en cuenta el tipo de alimentos que fríes, ya que el siguiente puede coger su sabor.

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