José Ortega Cano saca pecho en su vuelta a los ruedos marcada por las ausencias: "Soy una leyenda"

Hace más de un año que José Ortega Cano se divorció de Ana María Aldón, su segunda mujer y madre de su tercer hijo. Fue en otoño de 2022 y desde entonces hemos visto al diestro protagonizar momentos desenfadados como su baile en el cumpleaños del padre Ángel.

Pero si hay algo que echaba de menos era torear y recientemente se sentó en Y ahora Sonsoles para hablar de ello: "Me siento tan fuerte como un toro. Entreno todos los días y me cuido mucho".

Este sábado, Ortega Cano cumplía su deseo y ha vuelto a los ruedos en un festival taurino benéfico, contando con el apoyo de sus incondicionales: su hermana, Mari Carmen, su cuñado, Aniceto, su empleada del hogar, Marina y su hijo, José María.

Villanueva de la Fuente, en Ciudad Real, ha sido testigo de esta corrida homenaje por su 50 aniversario como torero. Una tarde de lo más especial en la que confesó la alegría que sentía porque su hijo le viese torear: "Me da mucha alegría, porque están también mi hermana Mari Carmen, Aniceto, y todos son amigos, todos los toreros somos amigos".

Pletórico, se consideró una leyenda del mundo del toro: "Bueno... Hombre, no es por... Pero vamos, sí, soy una leyenda ya del mundo de los toros y de otros hábitos, ¿no?, de otras cosas. Muy contento, muy satisfecho de lo que estoy haciendo".

Sin embargo, quiso dejar claro que esta participación en el festival "no es una vuelta", simplemente "los toreros somos así".

"Hay veces que a lo mejor no tienes el ánimo para torear y otras veces, como el caso de hoy, pues me hace mucha ilusión vestirme de corto, de traje campero, y ponerme delante de un animal".

Una vez finalizado el festival taurino, Ortega Cano nos explicaba que ha echado de menos a sus hijos mayores: "Sí los he pensado mucho, pero estaré pronto con ellos", añadiendo que que Gloria Camila "está muy bien" tras su operación de pecho.

Tampoco ha estado su otro hijo, José Fernando Ortega, ya que continúa recuperándose en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, Madrid.

Sobre esta experiencia de regreso a los ruedos, nos comentó que está "muy contento, muy contento porque la gente es maravillosa, da gusto estar con la gente, con todos ustedes. Siento mucha alegría, me siento muy a gusto y muy feliz".

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