ANIVERSARIO DE BODAS
78 años de la boda de Isabel II y Felipe de Edimburgo: un vestido de novia de 10.000 perlas y 2.500 regalos
La boda de Isabel II y Felipe de Edimburgo generó mucha expectación en todo el mundo en un momento en el que las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial todavía eran visibles.

Publicidad
Reino Unido, 1947. Por aquel entonces, el país se estaba recuperando de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, que había terminado dos años antes y que había dejado una grave crisis económica. En medio de esta complicada situación, hubo un evento que dejó una sensación de ilusión colectiva entre la mayoría de los ciudadanos británicos: la boda de Isabel II y Felipe de Edimburgo.
Fue el 20 de noviembre y este año 2025 se cumple el 78º aniversario de ese acontecimiento histórico que traspasó fronteras y se vivió con expectación en todo el mundo, ya que se calcula que la retransmisión de la BBC Radio llegó a 200 millones de personas.


El enlace se celebró en la Abadía de Westminster de Londres, tan solo cuatro meses después del compromiso, anunciado oficialmente el 9 de julio de ese mismo año. Un día especial en el que Felipe le regaló a Isabel un anillo de platino y diamantes diseñado por Philip Antrobus, tal y como explica la página web oficial de la Casa Real británica, que también desvela otras curiosidades de esta histórica boda.

El vestido de la novia
El vestido estaba hecho de satén duquesa de color marfil y decorado con hilo de plata, bordados de tul y cristales. Tenía un "escote en forma de corazón con cintura baja en punta en V y una falda panelada hasta el suelo", detallan desde la Casa Real británica, además de llevar también un corpiño ajustado. Pero, sin duda, uno de los detalles que más llamó la atención fueron las 10.000 perlas que llevaba y que fueron importadas desde Estados Unidos.
Sir Norman Hartnell fue el autor de la pieza, quien se inspiró en el cuadro Primavera de Botticelli. Este no fue el único vestido, ya que el diseñador le presentó a la entonces princesa varios diseños hasta que finalmente optó por este solamente tres meses antes de la boda. Tras el enlace, el traje se expuso en el Palacio de St James y lo llevaron por diferentes ciudades británicas.
Debido a la situación del país a causa de la posguerra, Isabel utilizó cupones de racionamiento para pagar el vestido. Incluso cientos de ciudadanos le enviaron la suya para poder costear el traje, pero esto se consideraba ilegal y fueron devueltos a sus propietarios.

Miles de regalos e invitados
El interés por esta boda en todo el planeta era tal, que la pareja llegó a recibir más de 2.500 regalos y unos "10.000 telegramas de felicitación", especifican desde el Palacio de Buckingham. Todos estos obsequios también se expusieron en el Palacio de St James para que los británicos más curiosos pudieran verlos. Entre todos ellos, los más especiales fueron dos collares que le regaló su padre, el rey Jorge VI, y que pertenecieron a la reina Ana y a la reina Carolina.
Isabel y Felipe invitaron a unas 2.000 personas a la ceremonia y, como agradecimiento, les regalaron unos ramilletes de mirto y brezo blanco de Balmoral.


Otros detalles de la boda
Ocho damas de honor acompañaron a Isabel II, quien, tras la ceremonia, siguió la tradición iniciada por la reina Victoria y llevó su ramo de novia a la tumba del soldado desconocido. Unos cuantos años después, Lady Di y Kate Middleton también lo hicieron.
Más Celebrities
-
Lulu Figueroa reconoce lo importante que han sido sus hermanos tras la muerte de su padre: "Nos ha unido"
-
Amaia Romero reconoce que ha sido "un año difícil a nivel personal" tras su ruptura con Daniel Dalfó
-
11 años sin la duquesa de Alba: su récord Guinness, el rechazo a Picasso y otras curiosidades

El Palacio de Buckingham acogió el banquete, que terminó con un pastel de, atención, casi 3 metros de altura. Cuatro pisos que se partieron en 2.000 raciones para cada uno de sus invitados.
Publicidad





