Este fenómeno se llama pareidolia
SI ves a la virgen en tu tostada, no te alarmes: es tu cerebro
El cerebro humano está aleccionado para distinguir formas en cualquier sitio. Por eso hay tanto "iluminado" por el mundo que jura que Jesús está en una patata frita o que Elvis vive en una loncha de bacon.
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Basado en hechos reales: el otro día, un joven periodista, tras una jornada maratoniana de trabajo de fin de semana, creyó ver a Pablo Iglesias, líder de Podemos, en sus cereales flotando en la leche. Horas después, le pareció que el manchurrón de tomate que quedó en el plato después de comerse una buena ración de espaguetis tenía la forma de Cristiano Ronaldo celebrando el 4-1 de la final de Champions. Preocupado, hizo lo que todos hacemos cuando pensamos que estamos enfermos o que hemos perdido la cabeza: buscar en Google.
Allí se topó con un estudio, cocinado a medias entre investigadores chinos y canadienses, que trata de dar respuesta a las cada vez más frecuentes apariciones de iconos religiosos (o pop) en tostadas y otras cosas de comer. La investigación, respaldada por la Universidad de Toronto, asegura que ver ese tipo de manifestaciones en la comida es "normal". El fenómeno, llamado pareidolia, se basa en causas físicas. "Mucha gente piensa que es anormal ver rostros en la comida y se tiende a ridiculizar a las personas que aseguran que las ven, pero, en realidad se trata de algo muy común. Hemos averiguado que el cerebro humano está conectado para reconocer caras, de modo que cuando vemos signos o líneas que podrían dar forma a un rostro, automáticamente lo vemos", explica el profesor Kang Lee, del Instituto Eric Jackman para el Estudio de la Infancia de la Universidad de Toronto.
De manera más concreta, lo que sucede es que, ante la visión de una imagen, el córtex frontal lanza señales al córtex visual posterior con una serie de expectativas del tipo de "uy,uy,uy, me parece ver a Falete en el guacamole", condicionando lo que en realidad se está viendo. Vamos, que se daría la vuelta a la típica frase de "ver es creer" por un "creer es ver".
Para llegar a esta conclusión, los científicos mostraron a una serie de individuos imágenes pixeladas en las que no había más que "ruido" visual. El 35% reconocieron caras conocidas, desde su suegra hasta David Beckham. Cada uno con sus obsesiones.
Aunque muchos respirarán tranquilos después de conocer estas revelaciones, otros podrán quejarse de que estos científicos han venido a fastidiarles el negocio. En 2004, un sándwich de queso con 10 años de antigüedad alcanzó en subasta la nada desdeñable cifra de 28.000 dólares, que pagó un Casino. ¿Su peculiaridad? Que tenía la cara de la Virgen "impresa" en el pan. A partir de ahora, estos sándwiches sagrados u otros con la cara de Michael Jackson o Macaulay Culkin dejarán de ser objeto de coleccionismo, nos tememos. Gracias, pareidolia.
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